Copainalá.- Se preparaban para los festejos en honora la virgen de Guadalupe en el templo de San Miguel Arcángel,había ya veladoras y flores en el altar, cuando Rosy Mayra Guzmánse dio cuenta que de la imagen católica se desprendía agua, comosi fueran lágrimas. Eso fue hace un año, por ello la celebracióndel 2017 fue especial por la cantidad de personas de otros sitiosque llegaron.

La virgen que “llorara” en el 2016, fue motivo deque en este año cientos de feligreses provenientes de diversaslocalidades de Chiapas y del país, incluso de otros territoriosextranjeros, quisieran ver a la figura católica que hace un añosorprendiera a los ciudadanos.

La iglesia de San Miguel Arcángel apenas se dioabasto para la presencia de cientos de personas que llegaron con lailusión de contemplar la figura católica, rezarle y pedirle porlos suyos.

Desde aquel fenómeno, en el que en su momento hubodiversas explicaciones, incluso por el sacerdote, hoy se convirtióen el centro de atención de los fieles, que no quisieron dejarpasar la oportunidad para llegar a Copainalá y estar presentes enla fiesta Guadalupana.