Históricamente, los gobiernos han predicado que las comunidades indígenas son la prioridad para penetrar sus programas sociales, y con ello ayudan en mejorar su calidad de vida, pero la realidad en los hechos resulta opuesta a lo que pregonan, ya que los pueblos originarios de Chiapas siguen desatendidos.
La gobernadora nacional de los pueblos y comunidades indígenas de México, Ana Lucía Zavala Rodríguez, afirmó que los pueblos originarios han estado en el olvido y sus necesidades se han acentuado en los rubros de la educación, salud y desarrollo social, por ello, han coadyuvado con otras organizaciones para tratar de solventar esas carencias.
Dijo que el problema de educación ha sido visible durante la pandemia del Covid-19, donde los niños indígenas no han tenido al acceso a la educación bajo la modalidad virtual o a distancia, debido a la falta de internet y dispositivos tecnológicos.
Asimismo, en el rubro de salud, en la comunidades indígenas, las personas no cuentan con hospitales ni clínicas para la atención de sus enfermedades, por lo que muchos tienen que recorrer varios kilómetros para acudir a las instituciones de salud, por lo que en ocasiones las personas pierden la vida en el trayecto.
Y es que detalló que por años, las comunidades indígenas desconocieron el destino de los recursos económicos que les debería favorecer para ejecutar diferentes proyectos productivos y para abatir la pobreza, que oscilaban en más de 88 millones de pesos anuales.
Puntualizó que los gobiernos emanados del PRI y del PAN, siempre ocultaron esos recursos, lo que propició aún más el atraso y la marginación en los pueblos originarios.
Zavala Rodríguez expresó que este recurso quedó en manos de los políticos que tenían la responsabilidad de destinarlo en las comunidades que más lo necesitaban, por lo que, hasta el día de hoy, no se conoce el destino final de cientos de millones de pesos que acumularon por muchos años.
Muchas expresiones indígenas han asegurado que permanecen en el abandono total del Gobierno, ya que no cuentan con la infraestructura necesaria, que les permita contar con los servicios más elementales, además es evidente la falta de infraestructura pública, de carreteras o caminos saca cosechas, clínicas, escuelas, proyectos productivos, entre otras privaciones que no permiten su desarrollo.