Tila es uno de los 124 municipios de Chiapas asentado en las faldas de uno de los cerros del norte del estado, cuenta con más de 130 localidades rurales, en 1920 inició trámites para la conformación de ejidos, la resolución presidencial ocurrió en 1930 y a la fecha no está definido el fondo legal de la cabecera municipal de 130 hectáreas, causa de conflictos, enfrentamientos, muertos y heridos, exponen hombres y mujeres frente al Congreso del Estado, encabezados por Susana Díaz.
La división es causada entre ejidatarios, propietarios indígenas de las tierras comunales y pobladores poseedores de títulos de tierra a través de un acuerdo de compra-venta, de esta incertidumbre culpan a la secretaría de la Reforma Agraria, ahora secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU) y exigen decisiones firmes y contundentes a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
Estos hechos lamentables tienen que ver con la presencia de grupos armados, ni paramilitares, sino es resultado de la actuación injusta del Estado mexicano que se ha negado a generar orden y certeza jurídica en la tenencia de la tierra, lo que no se resuelve con mesas de diálogo sino son actuación responsable por el gobierno que causó el caos.
En las gradas de la entrada principal de la sede del Poder Legislativo, comentó que de la situación está enterada la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, ella ha tenido en sus manos la documentación, está en sus manos resolverlo para restaurar la paz, sin embargo, lo que es evidente la dilación para procurar justicia agraria.
Dijo que informaron al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, que quienes acudieron al Congreso del Estado en Tuxtla Gutiérrez son un grupo paramilitar, lo que es falso, si demandamos, insistió, la presencia de las fuerzas de seguridad para que restablezca la seguridad, nuestros habitantes están sufriendo despojo.
“Si quieren que nos salgamos, salimos, que nos paguen nuestras propiedades, a mi no me regalaron nada para construir mi casa, yo lo hice con mis manos trabajando duro, no les voy a regalar nada”, reitera exigiendo una y otra vez justicia para Tila.
Advierte: “hay presencia de francotiradores apostados en las afueras del pueblo, no queremos una masacre como Acteal para que en 22 años nos estén pidiendo perdón, lo que queremos es paz, seguridad, que la autoridad investigue y que resuelva con justicia la tenencia de la tierra en su justa dimensión”.