La Tishanila, una mujer de galana hermosura que conquistaba a hombres trasnochados y coquetos del pueblo, es así como el cronista Carmen Nandayapa, presidente del Consejo de la Crónica Municipal de Chiapa de Corzo, nos cuenta la historia.
Esto comenzó a suceder en los mil 900 cuando no había luz, la calles empedradas, los bailes que se realizaban al rededor del kiosco porfiriano, bailes de junta donde por lo regular eran hombres y mujeres jóvenes que buscaban diversión y bailar al son de la marimba de los hermanos Aquino, mejor conocido como "Los Cuachi".
A su regreso cerca de la 1:00am ó 2:00am, cuando los faroles en su interior tenían una vela se apagaban y el pueblo quedaba en oscuras, al llegar al parque era el momento en el que comenzaban a suscitarse eventos poco comunes donde se aparecía una mujer hermosa y de bello cuerpo.
Nandayapa menciona que esta mujer se caracteriza por aparecerse a personas que transitan a altas horas de la noche, muchos la describen como una mujer de test color blanca y otros de color morena, portando un vestido blanco y un velo en la cara, flotando sobre el aire, no se le distinguía el rostro, de cabello largo color negro.
Los lugares donde se solía ver eran los corredores de la plaza de armas, el parque central, la pochota, la fuente colonial, el mercado o las calles donde pasaban cuando se dirigían hacia la casa, su encanto era tan mágico que con sólo el mover de sus dedos seducía a los hombres.
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Luego de ser encantados, los hombres perdían el conocimiento y aparecían en lugares llenos de espinas, eran tirados cerca del río chiquito, la haciendita, en un camino que antes era intransitado, pasado la noche autoridades y familiares salían a buscarlos y los encontraban en espinosos, matorrales y cuando les preguntaba que paso, no recordaban nada.
Actualmente menciona el cronista que ya ha sido poco mencionado, porque algunas personas con las que ha conversado, le han dicho que prefieren quedarse en el anonimato debido a que no la gente que lo escucha no da credibilidad a lo narrado por ellos, etiquetandolos con ciertos nombres, pero si existen personas que han tenido encuentros aún con la Tishanila.
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