Para evitar una guerra comercial con Estados Unidos, el presidente, Andrés Manuel López Obrador, aceptó asegurar la frontera con Guatemala con la presencia de al menos seis mil oficiales de la Guardia Nacional, y también accedió a que más solicitantes de asilo esperen en México mientras sus casos se revisan en la Unión Americana.

Al respecto, el arzobispo de Tuxtla Gutiérrez, Fabio Martínez Castilla, mencionó que sería una pena que, para salvaguardar la relación con un país, se tengan que ceder los principios que han caracterizado a México, que históricamente ha acogido libremente a los migrantes.

Indicó que iniciar la persecución de indocumentados sería dejar de tratarlos como hermanos para que tratarlos como animales, por lo que consideró que esta situación debe llevar a la reflexión.

“Ahorita lo que tenemos que ver es que nosotros, que somos frontera, no tomemos actitudes egoístas ni racistas contra nuestros hermanos migrantes, porque lo que pueda hacer Trump o el gobierno mexicano, no es que no nos interese, pero no nos debe llevar a dejar de hacer lo que a nosotros nos toca, que es no patear a nuestros hermanos que necesitan de nuestras manos.

Tenemos principios y que creemos en Dios y vemos al otro, no como un enemigo, ni siquiera como un extranjero, sino como alguien que nos viene a pedir ayuda”, expresó.