El sismo de 7.1 fue destructivo por su cercanía

El fenómeno fue percibido por 65 millones de personas de la CDMX y el área conurbada

Por Margarita Rodríguez

  · miércoles 20 de septiembre de 2017

En la colonia Obrera de Ciudad de México una fábrica de ropa se colapsó en el cruce de las calles de Bolívar y Chimalpopoca; inmediatamente decenas de capitalinos acudieron a realizar labores de rescate / Foto: Daniel Galeana

El sismo de ayer jueves 19 de septiembre a las 13:14 horas tuvo una intensidad de 7.1 en la escala Richter y ocurrió en las fronteras de los estados de Morelos y Puebla, a solo 120 kilómetros de la Ciudad de México, por lo cual sus efectos destructivos. El poblado más cercano al epicentro fue Axochiapan, Morelos. Se ubicó a una profundidad de 57 kilómetros, lo que lo ubica dentro de la placa subducida.

 

Se registró en Yautepec, Morelos; Oaxaca, Oaxaca; y Maruata, Michoacán. Se localizó en la Placa de Cocos. Tuvo un “mecanismo similar al que ocurrió el 7 de septiembre,  de 8.1 en la escala Richter, sin embargo, es un sismo independiente. Uno ocurrió en el Golfo de Tehuantepec, y éste sucedió en los estado de Puebla y Oaxaca”,  explicó la directora del Servicio Sismológico Nacional, Xyoli Pérez Campos, en conferencia de prensa desde el recinto de la UNAM. La alarma sísmica no se activó porque no está conectada con Morelos, solo con Oaxaca y Guerrero, estados donde generalmente se registran los epicentros en caso de sismo.

El movimiento no fue solo oscilatorio ni trepidatorio, “sino que todo sismo tiene de los dos movimientos: oscilatorio y trepidatorio”, aclaró la especialista.

“México está en un contexto tectónico complicado,  complejísimo. Tenemos la interacción de cinco placas tectónicas, así como ocurrió el del 7 de septiembre.  En la zona donde ocurrió el de este jueves se tiene registro histórico de importantes sismos. El último fue el 15 de junio de 1999. Profundidad de 63 kilómetros y una intensidad de 7 grados Richter, “muy similar al de hoy, pero fue a  250 kilómetros de la Ciudad de México. Otro el 24 de octubre de 1980, magnitud de 7.1. A 165 kilómetros y una profundidad de 65 kilómetros.  Muy similar en origen al que tuvimos esta tarde”.

Afectaciones

Este sismo provocó un movimiento muy intenso en la zona centro del país. Lo sintieron 6.5 millones de personas en la CDMX y la zona conurbada y estuvieron expuestas aproximadamente dos millones de viviendas.  En los estados de la zona centro de México, 12 millones de personas estuvieron expuestas al sismo. Es muy probable que la aplicación del reglamento de Protección Civil no se hizo de la manera adecuada.

“Los daños en la Ciudad de México son en las mismas zonas afectadas del terremoto de 1985. Algunos edificios que estaban dañados del sismo del 85 se volvieron a resentir porque no se han reparado adecuadamente. Se tuvieron intensidades mayores en gales 141 (golpe) en Puebla” señaló Hugo Delgado, director de Geofísica.

Por otra parte, Xyoli Pérez Campos aclaró que sólo se presentó un solo sismo, no dos como se rumoraba. “Hubo una versión preliminar que arrojó una magnitud de 6.8” después de un análisis se corrigió. Volvió a reiterar que los sismos no se pueden predecir.

Fue una coincidencia

Carlos Valdés, director del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred), aseguró que la ocurrencia del sismo en la misma fecha que el de 1985 es una coincidencia. El experto en sismos añadió también que cabe la posibilidad de que el terremoto de la semana pasada en Chiapas de 8.2 grados en la escala de Richter haya incidido de alguna manera en el que sucedió ayer. El titular del Cenapred afirmó que era un sismo que estaba por suceder y se aceleró tras el movimiento en días pasados. En una entrevista con Televisa, añadió que ante las réplicas que pudieran presentarse, lo mejor que usar el sentido común. Si se observan daños estructurales en casas o departamentos, lo mejor es no entrar y pedir posada en casa de algún familiar o vecino hasta estar seguro de que el inmueble sea seguro.

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