Tuxtla Gutiérrez.- Continúa fuertemente resguardada la casa de seguridad donde fueron localizados dos cuerpos sin vida que presuntamente pertenecen a los maestros reportados como desaparecidos desde el domingo pasado.

El inmueble, que se localiza en primer callejón y calle Candelaria de la colonia Tierra Negra, ubicada entre CCI y San José Terán al sur poniente de a ciudad, está en obra negra y se aprecia abandonado, sin ventanas aún con las cintas amarillas de acordonamiento colocadas por los policías.

En este inmueble fueron localizados los cuerpos que, al parecer tras ser ultimados, fueron enterrados y para evitar llamar la atención cuando comenzara el proceso de descomposición.

Al menos seis personas, entre ellas una mujer fueron detenidas acusadas por el caso de los maestros secuestrados cuyos cuerpos sin vida presuntamente fueron localizados enterrados en este domicilio.

De acuerdo con la información preliminar, los individuos fueron ubicados y detenidos por medio de las investigaciones y trabajos de inteligencia del personal de la FGE.

Transcendió que el día que desaparecieron, los maestros se desplazaban en un automóvil de la marca Ford tipo Focus, el cual fue localizado en la carretera a Malpaso mientras era conducido por una mujer, en ese momento la conductora manifestó que el auto se lo habría prestado su pareja.

Extraoficialmente se dio a conocer que dos de los sujetos fueron asegurados en la colonia San José Terán, dos más en la colina Las Granjas y otro en la zona centro.

Estas personas fueron trasladadas ante la autoridad correspondiente sin que hasta el momento se haya dado a conocer su identidad debido a que las autoridades mantienen un total hermetismo en torno al caso.

Cabe destacar que los docentes Horacio Meléndez López (70 años) y Marco Antonio Ocampo Argueta (42 años), fueron reportados como desaparecidos desde el pasado 16 de diciembre en Tuxtla Gutiérrez.

Hasta el momento las autoridades correspondientes no se han pronunciado debido a que las investigaciones continúan.

Asimismo, los vecinos se encuentran temerosos y evitan hablar con los medios de comunicación, argumentando que no vieron nada fuera de lo habitual en los últimos días en esa retirada zona de la ciudad.