Querido Duque:
Las mamás de mis amigas me critican porque a mí me gusta ir sola al antro, en mi propio coche, y regresar a la hora que yo crea conveniente, sin depender de nadie ni deber favores. Los hombres se aprovechan de que las mujeres no podemos valernos de nosotras mismas para aprovecharse de nosotras, pero yo confío mucho más en mi coche que en cualquier borracho.
Patty
Tuxtla Gutiérrez
Querida Patty:
Tienes razón en parte, porque el hecho de depender de alguien te convierte en su víctima potencial, pero también es muy cierto que en una cultura machista como la nuestra, las chicas que llegan solas, no sólo al antro, sino a cualquier lugar, son vistas como golfas no sólo por los hombres sino hasta por las demás mujeres.
Duque:
Mi esposa se la pasa diciendo que no quiere morir sin antes conocer París. El problema es que con la edad que tenemos, y con lo que yo gano, no sé cómo le haremos para sobrevivir en la vejez, ya no digas ir a Europa. De hecho debo la renta, no he pagado la tenencia de mi coche y no he podido ir al médico porque no tengo ni para pagar la consulta ni las medicinas.
Mele
Tuxtla Gutiérrez
Querido Mele:
Dadas tus desventajas para enfrentar el futuro, creo que más te convendría dejar de preocuparte, y vivir como tu esposa, soñando con posibles viajes a París.
Querido Duque:
Oye yo empecé a escribirte sólo por jugar, pero ahora estoy aterrorizada porque siento que he encontrado en ti al hombre de mi vida. Eres un señor muy guapo y educado, pero no me atrevo a conocerte en persona porque estoy segura de que si te veo frente a frente no podré separarme de ti. Nunca creí que la posibilidad de una relación duradera me llenara de tantos conflictos. Por cierto que me encanta tu foto, estás guapísimo.
Malena
Tuxtla Gutiérrez
Querida Malena:
Las relaciones que se inician a larga distancia no terminan como uno quisiera. Debes ser muy cuidadosa porque uno nunca sabe quien se encuentra detrás de la pantalla. En mi caso yo no tengo intenciones de hacer realidad nada de lo que me has escrito, ni tengo ganas de verte en persona.
Señor Duque:
He notado que en una de las tiendas de departamentos más grandes de Tuxtla, los empleados varones tienen costumbres medio raras, y me espían cada vez que me tallo alguna prenda en los vestidores. Los he sorprendido varias veces y ya me propuse que si vuelvo a descubrir a alguno con sus cochinadas, le voy a partir el hocico.
Gerry
Tuxtla Gutiérrez
Querido Gerry:
Eres un tipo con mucha determinación, pero debes aprender a dominar tus impulsos. Aunque creas que tienes la razón para romperle el hocico a alguien impunemente, debes probar que lo hiciste en defensa propia y que el “hocico-roto” te agredió de manera tal que tuviste que defenderte. Si no quieres tener problemas, quéjate con la gerencia de la tienda, o escríbeme a mí con el nombre del establecimiento y yo haré pública tu queja.
Duque:
Soy un señor que busca el amor en todas sus formas y manifestaciones. Yo no soy de aquí, soy de Michoacán, pero tengo casa y dinero para pasarla bien sin hacer nada más que lo que se me antoje, y casi siempre se me antoja el sexo, sin importarme de qué tipo, siempre y cuando sea sexo.
Mario
Tuxtla Gutiérrez
Querido Mario:
Eres un sibarita en toda la extensión de la palabra, pero debes cuidar tu conducta si no quieres terminar como “El Fabiruchis” o tantos otros tristemente recordados personajes a los que arruinó el deseo de vivir la vida loca.
Duque:
Últimamente he notado que en Tuxtla hay muchos sudamericanos, y que los tuxtlecos se pelean por quedar bien con ellos y por integrarlos a su círculo de amistades. Estoy seguro de que si esos mismos tuxtlecos fueran a Buenos Aires no los tratarían así.
Roque
Tuxtla Gutiérrez
Querido Roque:
Tú no puedes saber lo que pasaría en determinado momento con gente que es buena anfitriona. El prejuzgar te puede llevar a cometer graves equivocaciones y a tratar mal a quien no se lo merece.
Duque:
Sospecho que mi esposo tiene relaciones sexuales con la hija de unos de nuestros mejores amigos. Todo empezó en Puerto Arista, un fin de semana en el que nos quedamos todos en la misma casa. Casi puedo asegurarte que mi marido y la niña se ven en secreto pero no sé qué hacer, no quiero destruir mi matrimonio ni que se manche la buena reputación de la jovencita.
María de Lourdes
Tuxtla Gutiérrez
Querida María de Lourdes:
Ni te preocupes por una cosa ni por la otra, porque si tu esposo logró conquistar a esa chamaca no creo que la suelte y tu matrimonio se irá por la borda. Mi consejo es que asegures que el malcriado de tu esposo cumpla las obligaciones económicas que tiene contigo y con tus hijos.
Consultas gratis: santapiedra@gmail.com
