Lo que más llamó la atención aquella noche de febrero del 2022 en el puesto de revisión carretero instalado en las cercanías de San Andrés Tuxtla, Veracruz, era que en un autobús turístico, ideal para excursiones y paseos a la playa, estaba repleto de indocumentados de Bangladesh y Uzbekistán. Eran 38 hombres, dos mujeres y cinco menores de edad. El aseguramiento ocurrió el mismo día en que un tráiler transportaba en condiciones infrahumanas a 312 indocumentados hacinados en la caja, la mayoría originarios de Centro y Sudamérica, quienes fueron rescatados de morir ahogados por el Ejército y la Guardia Nacional.
La ruta que sale de Acayucan y que pasa por San Andrés Tuxtla, Cabada, Alvarado y llega al puerto de Veracruz, se ha convertido en una de las más rentables para las mafias locales del crimen organizado, quienes trabajan para el llamado Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) mismos que –según reportes de inteligencia militar—tienen comprados a los integrantes de la cadena de responsabilidad en los tres niveles de gobierno en esa región del país.
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Veracruz es clave en la ruta hacia la frontera de Texas, los indocumentados que forman parte de la migración trasatlántica y que se ha disparado en los últimos dos años, pisan el continente por Nicaragua provenientes de puertos africanos.
El caso del autobús turístico resultó que era propiedad de una empresa que forma parte de una red que tiene hoteles en Minatitlán, en el puerto de Veracruz, en Puebla y en Monterrey, donde ofertan sus servicios por medio de una agencia de viajes cuyo propietario está identificado por los servicios de inteligencia militar como “cabecilla” de un grupo de traficantes de indocumentados que alternan la ruta Minatitlán-Veracruz con la autopista en el tramo La Tinaja-Acayucan.
Reportes militares señalan que la delegación del Instituto Nacional de Migración (INM) en Veracruz se ha convertido en un nido de corruptelas donde el tráfico de indocumentados les reditúa cada día más ante el creciente número de migrantes que buscan llegar a la frontera de Tamaulipas.
De acuerdo a documentos militares obtenidos en el hackeo a la Defensa Nacional por el colectivo Guacamaya, la red de traficantes identificada en Veracruz realiza documentos para los migrantes con información falsa, en ocasiones viajan escondidos en los camarotes de los autobuses y en otras van como pasajeros normales. Las unidades algunas suelen ser de renta otras son de la empresa bajo investigación.
“Se detectó que en repetidas ocasiones elementos de Migración, FGR, y federales de caminos, Guardia Nacional y Sedena que cumplen con las inspecciones de autobuses de transporte público, se han percatado de la presencia de personas indocumentadas en los autobuses (…) pero no han impedido su tránsito debido a que los diferentes tramos de carreteras ya se encuentran pactados”. En Veracruz gobernado por el morenista Cuitláhuac García Jiménez, las autoridades responsables de carreteras están cooptadas por el crimen organizado, la protección está identificada en el tramo que corre de Coatzacoalcos, Minatitlán, Acayucan y en Tuxpan, al norte del estado. En esta ruta bajo control del CJNG, nada se mueve ni pasa sin su visto bueno.
@velediaz424