La hora del miedo: La carreta de San Pascualito, el mensajero de la muerte

San Pascualito Rey es representado como un esqueleto con capa y corona, viajando en una carreta

Ángel Canseco | El Heraldo de Chiapas

  · viernes 19 de abril de 2024

La leyenda cuenta que del antiguo templo de San Pascualito emerge una siniestra carreta / Foto: Archivo | El Heraldo de Chiapas

En las profundidades de la historia chiapaneca, una leyenda se ha arraigado en la memoria colectiva de los habitantes de Tuxtla Gutiérrez. Un leyenda que data del siglo XIX cobra vida. Se dice que del antiguo templo de San Pascualito emerge una siniestra carreta, chirriando y recorriendo las empedradas calles del pueblo. Los cascos de los caballos resuenan en la noche, mientras la madera envejecida crujía y un aire frío y tenebroso inunda las casas por las que pasa.

La carreta, siempre conducida por un monje esquelético vestido de negro, atraviesa las calles mientras los familiares de los enfermos ruegan para que el siniestro personaje continúe su camino. La creencia popular sostiene que esta aparición viene a llevarse las almas de aquellos destinados a partir de este mundo.

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Cuando la carreta se detiene frente a la casa de un moribundo, la muerte lo reclama a los pocos minutos, y su alma emprende un último viaje en la antigua y aterradora carreta rumbo al templo de San Pascualito.

Los ancianos advierten que nunca debes cruzar miradas con el esquelético personaje, ya que, según la creencia, el siguiente pasajero en la carreta será tú. Algunos sostienen que este misterioso monje es un esqueleto enviado por la muerte para cumplir su tarea de recolectar las almas de los difuntos.

La leyenda se ha extendido a otras partes de Chiapas, como San Cristóbal de las Casas, específicamente en la colonia "Los Pinos" y cerca de la calle "Almolonga". Incluso en los tiempos actuales, en las noches más oscuras, la carreta de San Pascualito continúa recorriendo las calles, no solo de Tuxtla Gutiérrez, sino también de San Cristóbal, en busca de las almas de los recién fallecidos.

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