La pandemia está significando un parteaguas en los grandes cambios que la educación requiere en México, si bien el sistema educativo ya era un problema importante, con el confinamiento ha mostrado su peor rostro, hasta antes del inicio de la emergencia sanitaria por el coronavirus la nación ya enfrentaba una crisis global de aprendizaje, afirmó la penalista y académica Cristina Burgos García.
Entidades como Chiapas el acceso a la educación por medio de la televisión y el radio se han hecho indispensable en estos momentos de la emergencia sanitaria por el coronavirus, sin embargo, aún con estas herramientas un porcentaje importante de los estudiantes quedan excluidos del acceso a la educación, comentó.
El programa educativo “Aprende en Casa” que en Chiapas se ha traducido como mi escuela en casa, lo que puede dejar a su paso es mayor desigualdad e injusticia social, igualmente se advierte la escasa o nula formación pedagógica de los padres que está íntimamente relacionada con el rendimiento académico de los estudiantes.
Por otra parte, enfatizó la académica, hay gente que por más que quiere ayudar a sus hijos en casa no se lo permite su nivel educativo como consecuencia del rezago y de la exclusión, lo que sin duda que puede aumentar la brecha de conocimientos.
Dijo que la estrategia nacional educativa derivada del coronavirus se ha basado de acuerdo con la política de la secretaría de Educación Pública (SEP), en el uso de la tecnología, también en el apoyo de los padres de familia para ayudar a sus hijos para seguir aprendiendo, pero en la práctica se indica que estas medidas no han sido suficientes.
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Durante un conversatorio virtual en la Facultad Libre de Derecho (FLD) en Tuxtla Gutiérrez, sostuvo que las brechas se han incrementado por el confinamiento, lo peor parece indicar que esto puede ir en aumento, en México predominan importantes asimetrías económicas y sociales en las zonas rurales y urbanas, el tema de la economía está íntimamente relacionado con la educación.
La transición de una educación presencial a virtual se advierte muy complicada, porque el sistema educativo ha puesto en marcha programas educativos a nivel nacional y estatal que tomaron como medida contextos que cuentan con los medios mínimos necesarios para asegurar su óptimo rendimiento como el acceso a internet, equipos electrónicos con conectividad, uso de televisiones y radio.
Burgos García añadió que también se consideró el que muchos docentes y alumnos cuenten con computadoras o inclusive que instituciones educativas publicas y privadas posean infraestructura que supone generan plataformas que podrían ayudar a la educación virtual.
La educación a distancia podría equiparar, incluso superar los resultados de la educación presencial en términos de rendimiento académico, porque permite desarrollar mayores compromisos y disciplina, faltan menos los estudiantes, lo que debería plantearse a futuro, aunque no podrá ser tan a corto plazo por las cuestiones tecnológicas.
Subrayó que la educación a distancia podría reducir costos de insumos para las universidades, como para los alumnos y padres de familia, que podría pensarse para educación media superior y superior en zonas urbanas, aunque para la educación básica la gran breca digital está marcada por los altos niveles de pobreza, lo que no se previó para la implementación de los niveles educativos en casa.
De acuerdo con la maestra, tiene que haber soluciones de las instituciones públicas y privadas, a distancia para las teóricas y presenciales las muy necesarias como el trabajo en laboratorios, lo que es un hecho es que el sistema educativo debe asumir a mediano y largo plazo una postura innovadora ante los distintos cambios que visibilice a las rancherías y colonias donde falta tecnología digital.
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