A pesar de que los juguetes son algunos de los objetos más abundantes, apreciados y con gran carga simbólica, hay en el país pocos recintos museológicos dedicados a ellos, el Museo Conejo del Juguete, que ahora es mayormente virtual, logra un espacio concreto y definitivo, Tuxtla Gutiérrez es la ciudad de los conejos, sería una de las pocas ciudades mexicanas en contra con un museo especializado en este rubro.
Este miércoles se inauguró la Exposición Museo Conejo del Juguete, que muestra 600 piezas de una colección del maestro Roberto Ramos Maza, una colección en la que ha participado varias generaciones de su familia, la colección que estará abierta al pueblo hasta el mes de septiembre de este año en el Museo del Instituto Nacional de Antropología e Historia en la Calzada de las Personas Ilustres en Tuxtla Gutiérrez.
La colección del escritor e investigador vienes de los años del siglo XX hasta la actualidad, con una gran variedad de procedencias, materiales, temáticas, juguetes artesanales, juguetes industriales, juguetes populares, producidos estos últimos en pequeños talleres familiares de grandes zonas urbanas.
En el 2019 se mostró una parte por primera vez al público, en esta ocasión, como entonces, el hilo conductor de la muestra son el gozo, el diálogo, la convivencia, porque esos son en gran medida, los objetivos del juego, una de las principales actividades humanas y no solamente en la infancia.
Además de los juguetes, las colecciones del Museo Conejo incluyen libros, fotografías, documentos y otros objetos, los libros son una parte muy importante del acervo, especialmente aquéllos que por su diseño o ilustraciones pueden ser considerados obras de arte editoriales, con contenidos referidos en gran medida a clásicos de la literatura infantil y juvenil.
El Museo Conejo del Juguete es una colección en busca de un lugar donde se exhiba permanentemente al público y se convierta en un punto de los circuitos de ocio, cultura y turismo de nuestra ciudad Tuxtla Gutiérrez, expone Ramos Maza.
Con los juguetes pode la construir mundos alternos a la realidad, ahí no existen obstáculos para que el pasado y el futuro sean simultáneos, para que un personaje del siglo XXI conviva con un señor feudal, o para que una inmensa rana asiste con su croat a un diminuto elefante, son muchos en los que los niños y también adultos suelen introducirse para creer, o hacernos creer que se han convertido en superhéroes o en dientes.
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