Desde hace 22 años la señora Guadalupe se dedica a la venta de antojitos mexicanos en San Cristóbal de Las Casas, Chiapas. Acompañada de su hijo mayor Miguel de aproximadamente 18 años de edad, ofrecen a los transeúntes sus alimentos, mediante una voz enérgica y una sonrisa que se esconde debajo del cubrebocas.
Ella viste una blusa color roja, pantalón de mezclilla azul, una gorra color beige, mandil de cuadros café, zapatos y cubrebocas color negro, mientras atiende a sus clientes, cuenta que a ella le encanta su trabajo porque es una forma de poder compartir con los turistas locales, nacionales e internacionales un poco de la gastronomía mexicana y chiapaneca.
De pronto se acercan tres comensales al triciclo que está parado casi frente a la Catedral de San Cristóbal, para preguntar el precio y si tiene tamales de mole. Ella responde en un tono amable: “Sí corazón, ¿cuántos le damos?”. Los clientes piden tres y dos vasos con arroz con leche. Su hijo cobra, mientras ella sirve los alimentos.
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Guadalupe o Lupita como su familia la llama, explica que este negocio lo inició para poder generar un ingreso a su familia, ya que en total tiene dos hijos, quienes actualmente estudian la preparatoria y su sueño es dejarles como herencia una profesión que les permita mejorar su futuro.
Mientras camina de un lado a otro ofreciendo sus productos para que las y los visitantes del centro de esta ciudad colonial se acerquen a su triciclo donde transporta los antojitos, cuenta que tiene poco más de cinco años establecida en este sitio, ya que anteriormente tenían que estar caminando para vender, porque no contaba con un permiso de las autoridades para establecerse en ese sitio.
Los productos que actualmente ofrece son tamales, tacos dorados, empanada, chalupas, tostadas, atole de granillo, champurrado, café, ponche y arroz con leche, los alimentos dice que los comienza a preparar desde las 7 de la mañana, para estar lista a partir de las 19 horas frente a unos sitios emblemáticos de la ciudad y así ofrecer a sus clientes una rica cena.
Lupita también señala que “Gracias a Dios todo lo que noche a noche lleva se acaba”; sin embargo, en últimos meses sus ventas han disminuido y no sabe el por qué, aún así, no se desanima y dice que le echa ganas todos los días para salir adelante y ver las cosas de forma positiva.
Cabe destacar que el pasado 9 de julio el Gobierno Federal y Estatal entregaron los trabajos de restauración de la Catedral de San Cristóbal de las Casas, el Templo y exconvento de Santo Domingo de Guzmán, los cuales fueron afectados por los sismos de septiembre de 2017, por lo que se espera que poco a poco arriben a esta zona más turistas y consuman tantos los productos alimenticios como artesanales, que por la noche se colocan en la zona.