Tuxtla Gutiérrez, Chiapas - El Río Sabinal, un tesoro natural de la región, tiene su origen en la parte norte del municipio de Berriozábal, específicamente en un lugar conocido como "Paso Burro". Este majestuoso afluente serpentea a través del municipio de Berriozábal y luego fluye por Tuxtla Gutiérrez, la capital de Chiapas. Su recorrido continúa hasta desembocar en el Río Grijalva, enclavado en el impresionante Cañón del Sumidero.
Desde este punto, las aguas del Río Sabinal se unen al Río Grijalva y juntas emprenden un viaje que las llevará hacia el estado de Tabasco y finalmente hacia el Golfo de México. Este sistema fluvial no solo es un recurso vital para la región, sino que también desempeña un papel crucial en la belleza natural y la biodiversidad del área circundante.
En tiempos pasados, este río fue el centro de la vida y la diversión para los residentes locales, donde niños y adultos disfrutaban de sus aguas cristalinas, pescaban y se refugiaban bajo la sombra de majestuosos árboles de sabino. Sin embargo, con el tiempo, el río cayó en el olvido y la contaminación.
Lo que parecía imposible, podría ser porsible, así lo menciona la Dirección de Saneamiento del Sistema Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (Smapa), ya que se espera que en octubre finalicen los trabajos que lograrán el saneamiento de este importante afluente.
Omar Iván Trujillo, director de Saneamiento del Smapa, explicó que todas las actividades que ocurren en la ciudad tienen un impacto directo en la calidad del río y sus 21 afluentes. Por lo tanto, se ha realizado un diagnóstico exhaustivo para identificar los colectores que necesitaban rehabilitación y aquellos con problemas, así como las descargas clandestinas que estaban dañando el equilibrio ecológico del río.
Trujillo mencionó que se han cancelado muchas tomas clandestinas que se conectaban a las redes de alcantarillado y colectores principales, pero aún persisten algunas de estas prácticas. Se continúan realizando recorridos para prevenir estas descargas ilegales.
Estas medidas también se aplican a los distintos afluentes del río Sabinal que cruzan la ciudad, como el Santa Ana, San Agustín, Pomarrosa, Poti, Cerro Hueco, San Francisco y Totoposte, entre otros, con el objetivo de evitar que la contaminación llegue al río principal.
Omar Trujillo destacó que, aunque algunas de las obras eran menores, tuvieron un impacto significativo en la calidad del agua. Además, se realizaron reparaciones puntuales y rehabilitaciones completas de estructuras de alcantarillado para garantizar un saneamiento efectivo.
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En la actualidad, los esfuerzos se centran en la parte sur-oriente del río Sabinal, específicamente en Santa Ana, Cerro Hueco y las proximidades del Jardín Botánico. La comunidad de Tuxtla Gutiérrez espera que estas acciones contribuyan a la recuperación de este tesoro natural y que en un futuro cercano, los habitantes puedan volver a disfrutar de las aguas limpias y cristalinas del río Sabinal, como lo hacían en tiempos pasados.
