José Ramón Salazar Ballinas, presidente del grupo de industriales de la masa y la tortilla “Somos Chiapas”, reconoció que el incremento del precio de la tortilla es necesario pero están conscientes que, por la situación económica de la entidad, la modificación no puede ser tan alta.

Explicó que el aumento es posible debido a que desde el 1 de diciembre la principal empresa proveedora de harina de maíz en Chiapas incrementó 600 pesos al precio de la tonelada de harina, lo que ha venido impactado a los tortilleros de la entidad.

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Salazar Ballinas, detalló que la situación que vive este sector ha provocado que reduzca el consumo de este producto básico en el estado, y es que comentó que, anteriormente, el consumo por familia era de 1.2 kilogramos, hoy es de 600 gramos y esto se debe a que la sociedad ha buscado otras alternativas como el pan y/o alimentos instantáneos que, a su vez, afectan a la salud.

Agregó que la inestabilidad que vive el gremio tortillero se debe a que las autoridades no han tenido la voluntad para regularizar al gran número de negocios que trabajan en la informalidad. A nivel estatal, detalló que existen cerca de 5 mil tortillerías, de las cuales, en Tuxtla Gutiérrez se encuentran mil, de ellas, unas 600 informales.

El líder empresarial lamentó que, en lugar de accionar en contra de la irregularidad, las autoridades solapen a los negocios que, además de no pagar impuestos, cuentan con equipos e instalaciones en mal estado.

Dijo que es necesario que se haga algo, pues de lo contrario se seguirá viviendo en anarquía y se seguirán abriendo tortillerías que no sólo representan problemas económicos para el estado, sino un riesgo para la población, pues recordó que, actualmente, Protección Civil no realiza las inspecciones necesarias para evitar cualquier tipo de accidentes ocasionados por instalaciones de gas en mal estado.

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