Con un nutrido respaldo social que le ha alcanzado para competir en las últimas elecciones y complicar la imposición de más de un candidato oficialista, el ex alcalde tuxtleco Francisco Rojas Toledo, mejor conocido como Paco Rojas, se enfrentará el próximo 2 de junio a una nueva prueba de fuego para intentar recuperar a la capital chiapaneca. Pero… ¿por qué Paco Rojas podría ganar el ayuntamiento de Tuxtla Gutiérrez?
Rojas Toledo es un viejo conocido de los tuxtlecos. Es médico ginecólogo e hijo del reconocido médico Valdemar Rojas, quien en 1976 se convirtió en el primer candidato de oposición en ganarle al priismo el ayuntamiento de la capital estatal. Su trayecto por la política electoral inició en los años noventa, cobrando relevancia luego de ganar las elecciones al gobierno de Tuxtla Gutiérrez.
Su paso por el ayuntamiento tuxtleco (de 1999 a 2001) lo convirtió pronto en un personaje popular. Sus políticas de gobierno, en materia de pavimentación, ampliación de las redes de agua potable, rehabilitación urbana, seguridad y alumbrado público, fueron bien recibidas en ese entonces por los habitantes de la capital que vieron en Rojas Toledo una forma distinta de hacer política, sin tanto protocolo y con más cercanía social.
Estrategias como la aplicación de audiencias ciudadanas en las que el propio presidente municipal, junto a su gabinete, recibía las solicitudes en mesas de atención y la implementación de un programa televisivo de denuncia ciudadana resultaron efectivas para sus índices de popularidad. Fue un presidente al que era común verle caminar por las calles y asistir a eventos públicos sin mayor problema.
Los buenos resultados y la popularidad de Paco Rojas no sólo le permitieron al Partido Acción Nacional (PAN) mantener el ayuntamiento en las elecciones de 2001, sino además llevarlo a la candidatura por el gobierno de Chiapas en 2006. Después de eso Francisco Rojas Toledo decidió alejarse un poco de la política electoral para enfocar su tiempo a su trabajo como médico ginecólogo y los negocios familiares en ese mismo rubro.
Fue en 2015 cuando decidió retornar a las urnas. Aún con todos los años fuera de los reflectores políticos y con el bombardeo de acusaciones pasadas, Rojas Toledo se colocó rápido ese año a la delantera de las preferencias electorales en Tuxtla Gutiérrez. La contienda contra el candidato del Partido Verde Ecologista, Fernando Castellanos, terminó en uno de los fraudes más escandalosos de los que se tenga memoria en la capital de Chiapas.
El fraude, con evidencias desbordadas en redes sociales, y la cínica imposición de Manuel Velasco llevaron a miles de ciudadanas y ciudadanos a históricas protestas y tomas de instalaciones electorales en la ciudad, bajo un movimiento autodenominado “Tuxtla no se rinde”. El pasaje terminó como la entrega de una constancia de mayoría a escondidas y el acelerado desplome de Velasco Coello entre la simpatía social.
En 2018 Rojas Toledo también terminó desplazado por un “efecto Obrador” que acabó pintando a todo Chiapas de Morena e hizo ganar importantes espacios políticos a desconocidos que, incluso, ni campaña hicieron. Sin embargo, el panista concluyó registrando la votación municipal más elevada para la oposición (entonces sin alianza con el PRI) con más de 77 mil votos sumados.
Para los comicios de 2021 los acuerdos con el Partido Acción Nacional y sus aliados (PRI Y PRD) simplemente no se dieron. Rojas fue finalmente invitado a contender por Movimiento Ciudadano; un partido cascarón, sin recursos, que no contaba con estructura y que colocó sobre los hombros del panista buena parte de sus aspiraciones para mantener el registro. Aun así, y contra todo, el ex alcalde consiguió por sí sólo más de 34 mil votos a su favor.
Para nadie es un secreto que Paco Rojas es un personaje que sigue garantizando votos en la capital chiapaneca, sin necesidad de cargos públicos recientes o el derroche de publicidad gubernamental... Y no es gratuito. Negar los buenos resultados de su administración (como una de las mejores evaluadas en los últimos 25 años) y su popularidad resultaría francamente deshonesto. Y es que, si no fuera así ninguna de sus candidaturas hubiera resultado tan competitiva en las últimas elecciones.
Francisco Rojas Toledo es, sin duda, un personaje suigéneris de la política local que se va a “jugar sus últimas cartas” en próximo 2 de junio, abogando a esa nostalgia del Tuxtla prometedor del pasado y al recuerdo de grandes proyectos como la remodelación de la Avenida Central, la construcción del Reloj Floral, la edificación de la Casa del Abuelo, el plan general de iluminación urbana, los programas de pavimentación y las audiencias ciudadanas, que ahora sólo están en la memoria de quienes tienen 20 años o más habitando esta ciudad… así las cosas.