La zona arqueológica Izapa que se encuentra en el municipio de Tuxtla Chico, por muchos años ha enfrentado el desinterés de las autoridades, sigue siendo un diamante en bruto. Se sabe que la autoridad prefiere inyectar recursos hacia otras zonas del Norte de Chiapas, así como a otras entidades del sur sureste dónde también existen muchos tesoros arqueológicos.
Izapa carece de una adecuada infraestructura en materia de caminos, por ejemplo, se quedó a medias la ampliación de la carretera desde el kilómetro 10 de Tuxtla Chico hacia Cacahoatán. El tráfico es muy pesado especialmente en época de vacaciones y también en los momentos que generalmente los transmigrantes deciden retornar de Estados Unidos hacia Centroamérica abordo de vehículos pesados y ligeros que remolcan a otros.
La carretera es fundamental porque permite el desarrollo potencial no solo de la zona arqueológica en mención sino de todo Tuxtla Chico, un municipio además que cuenta con una frontera hacia Guatemala y que es vecino de Cacahoatán, que posee bellos atractivos turísticos.
Sumado a todo esto, en los alrededores de la zona arqueológica Izapa, es decir los grupos A, B y F existen problemas por el derecho de vía, actualmente alguien les ha metido en la cabeza a algunos pobladores que cobren un derecho de piso a los turistas, así como al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), para que los visitantes puedan usar esa vía de acceso.
Desde hace 20 días, una persona “lugareña”, que se dice dueña del camino cerró el acceso hacia el grupo “A”, desde ese tiempo la zona luce solitaria, nadie la visita y de las autoridades como el INAH, turismo estatal y federal mejor ni hablamos, pues nunca han hecho algo bueno por este importante lugar, pese a que siempre han existido voces empresariales y de prestadores de servicios turísticos que reclaman se invierta para potencializar el complejo.
A la par de ello, también hay un problema de casi un mes. Los custodios de los grupos A, B y F, reclaman al INAH que les paguen por sus servicios de resguardo en la zona en mención. La autoridad a la fecha no ha dado la cara, pero el ingreso de turismo como de los propios cruceristas se ha cancelado porque rotundamente no hay forma de ingresar.
Con todo esto los más afectados son los prestadores de servicios turísticos de Tuxtla Chico y las operadoras turísticas de Tapachula, así como de la región, por lo que por el momento se ha dejado de ofrecer como atractivo a la zona arqueológica de Izapa.
En el municipio de Tuxtla Chico, las autoridades han hecho todo lo posible por atraer derrama económica e impulsar sus atractivos para que existan más visitas y con ello ser reconocidos mundialmente por su Feria de Candelaria y sus mágicas alfombras de aserrín, el exquisito chocolate, la Zona Arqueológica de Izapa y sus atractivos naturales, sin embargo, existen entes de gobierno que hacen lo contrario.
Ojalá que el delegado de turismo en la región se ponga a trabajar y deje de andar de exhibicionista, que le exija a su secretaria Katyna, mayor trabajo. Y en lo que concierne al INAH que se haga visible en la zona, hay muchos proyectos que ellos han obstaculizado por capricho, pero actualmente ni siquiera tienen la capacidad para intervenir y solucionar lo que está aconteciendo.
Nos leemos en la próxima…