El próximo sábado 28 de octubre se producirá durante la madrugada el cambio de horario en el que tendremos que retrasar nuestros relojes una hora, con lo que ganaremos 60 minutos más de descanso.
El horario que entrará en vigor este sábado es conocido como “horario de invierno” y fue con el que los mexicanos vivieron hasta el 30 de abril de 1916, fecha en la que se instauró el horario de verano.
De acuerdo con diversos estudios, añadir tiempo de luz diurna tiene beneficios para el comercio, las prácticas deportivas y otras actividades que se realizan después de la jornada laboral, aunque también tiene algunas desventajas para agricultores y otros oficios en los que la exposición a la luz solar es más prolongada.
El cambio de horario llega a tener afectaciones en las personas, y se traduce en cansancio, malestar y falta de atención, así que te sugerimos tener esto en cuenta durante las actividades cotidianas.
Las recomendaciones
La startup de colchones premium Nezt propone introducir pequeños cambios progresivos durante los días anteriores al cambio de horario, pero también hacer un poco de ejercicio físico.
Para adaptarse mejor es ser riguroso a la hora de irse a dormir y despertar. Es decir, irse a la cama a la misma hora y, despertarse a la hora de siempre, aún y cuando esto implique dormir una hora de más.
También haz ejercicio moderado diario pues con esto se incrementa la secreción de serotonina, lo cual contribuye a sintetizar melatonina, la hormona que se produce durante el sueño.
Existen estudios que sugieren que las afectaciones más significativas se generan en el estado de ánimo, no a nivel fisiológico, así lo señalan especialistas de la Clínica de Trastornos del Sueño de la UNAM.
Asimismo, dichos estudios apuntan que los cambios en el rendimiento de las personas no suelen ser tan considerables, salvo en algunos casos en los que las modificaciones en los horarios de sueño pueden generar alteraciones del mismo como el insomnio, la irritabilidad y, en ocasiones, un bajo rendimiento laboral.
Es importante recordar que, en el caso del horario de invierno, las afectaciones no son tan graves como con el horario de verano, ya que en realidad ganamos una hora de sueño.
De cualquier manera, sin importar en qué momento del año se realice el cambio de horario, es importante mantener una buena rutina de sueño, no abusar de las bebidas que contienen cafeína y practicar una buena alimentación, así nuestro organismo se adaptará con mayor facilidad.