Caravana migrante denuncia represión

Les han negado el acceso a las cabeceras municipales, y la sociedad ya no los apoya con agua ni alimentos

EDUARDO TORRES / Diario del Sur

  · miércoles 27 de marzo de 2019

Bajo un sol incesante avanza la caravana migrante. / Fotos: Eduardo Torres

Escuintla.- La caravana migrante denunció hostigamiento y represión por parte de policías federales y autoridades de cada de uno de los municipios que ha atravesado.

Mikel Hernández, activista y dirigente cubano de la caravana, señaló que la noche del lunes tuvieron que dormir en una garita de Caminos y Puentes Federales (Capufe) abandonada, donde no tenían luz, ni baños y tampoco un sitio cercano para obtener alimentos.

“La gente de Villa Comaltitlán se comprometió a proporcionarnos energía eléctrica para que las mujeres durmieran con sus niños, pero nada hubo, por eso tuvimos que establecer vigilancia y redoblarla, los hombres no hemos dormido ni comido, porque estamos expuestos a los traficantes de personas”, dijo.

Apuntó que al llegar a la cabecera municipal de Villa Comaltitlán, la Policía Municipal les informó que a kilómetro y medio les tenían preparada comida, pero todo fue una farsa para que no ingresaran a la mancha urbana y continuaran su camino.

Lo mismo ocurrió en Huixtla, donde patrullas de la Policía Federal impidieron el acceso a la ciudad y se establecieran para descansar, como lo han hecho otras caravanas.



Incluso, indicó que el alcalde de Villa expuso que no podían entrar a la localidad, debido a que hay feria patronal y les dio como opción dormir cerca del afluente.

“Nosotros no somos animales para que nos manden al río y no estamos exigiendo nada, sólo pedimos un pedazo de piso para dormir, un sitio donde nos podamos cuidar todos”, expresó.

La caravana migrante avanzó el martes hasta Escuintla, en el cual decidió pasar la noche, para el miércoles emprender de nuevo el viaje hacia los límites de Oaxaca.

En el contingente viajan muchos niños acompañados de sus padres; sin embargo, comienzan a presentar cuadros de deshidratación porque no tienen alimentos ni agua; mientras que vehículos de Protección Civil, Policía Federal y grupo Beta únicamente vigilan el trayecto de los extranjeros.



Según los dirigentes, unas dos mil 800 personas viajan en estas condiciones, y prevén que en los próximos municipios como Arriaga se agreguen más migrantes que han quedado varados en los últimos meses.

El grupo ha comenzado a dispersarse, unos por la desesperación de llegar pronto a los próximos poblados y otros ante la falta de energía.