/ viernes 28 de julio de 2023

Los auténticos sabores de Chiapas: Seven, una tradición que perdura por generaciones

El producto más caro es la cajeta que cuesta 20 pesos y el más barato el caramelo elaborado a base de miel de abeja a 20 pesos

Tuxtla Gutiérrez.- En el corazón del mercado público municipal Juan Sabines, en el centro de Tuxtla Gutiérrez, se encuentra un icónico puesto que ha endulzado la vida de los tuxtlecos por más de cinco décadas. Desde hace 59 años, el local número 44 ha sido el hogar de los "Dulces Tradicionales Seven", una tradición que ha sido transmitida a lo largo de cuatro generaciones de comerciantes.



Jorge Orozco Jiménez, el actual propietario, cuenta con orgullo la historia detrás de estos deliciosos dulces que se venden desde el 24 de octubre de 1964, fecha en que se inauguró el centro de abasto. Él ocupa el puesto desde hace nueve años, siguiendo la tradición familiar de llevar a los clientes los sabores auténticos y tradicionales de la región.

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En el puesto, los visitantes pueden encontrar una amplia variedad de dulces típicos que han sido parte de la cultura chiapaneca durante generaciones. Desde el puxinú, el dulce de caballito, turrón de traje, canela y de colores, amaranto, micro pan surtido de queso, palanquetas de cacahuate, hasta el dulce de leche, pepita de calabaza, melcocha, turulete y más, los dulces tradicionales deleitan a los paladares más exigentes.




La diversidad de precios se ajusta a todos los bolsillos. El producto más caro, la cajeta, tiene un costo de 20 pesos, mientras que el caramelo elaborado con miel de abeja se ofrece a tan solo 20 pesos la bolsa de 10 piezas. El puesto atiende a sus clientes desde las ocho de la mañana hasta las 7 u 8 de la noche, adaptándose a la demanda de los productos.



La pasión por su negocio lleva a Jorge a realizar inversiones semanales de alrededor de mil a mil 200 pesos. Estas inversiones se traducen en ganancias de aproximadamente 700 pesos, que reinvierte en más productos para seguir ofreciendo a sus clientes la mejor calidad y variedad de dulces tradicionales.



El compromiso con la satisfacción del cliente es clave para Jorge, quien atiende pedidos especiales y ofrece paquetes según las necesidades de los compradores, con precios especiales por canasta. Además, el puesto introduce dulces típicos de municipios cercanos, como el empanizado de cacahuate de Suchiapa, el pan de coita, la cajeta de San Cristóbal de Las Casas y más.

Tuxtla Gutiérrez.- En el corazón del mercado público municipal Juan Sabines, en el centro de Tuxtla Gutiérrez, se encuentra un icónico puesto que ha endulzado la vida de los tuxtlecos por más de cinco décadas. Desde hace 59 años, el local número 44 ha sido el hogar de los "Dulces Tradicionales Seven", una tradición que ha sido transmitida a lo largo de cuatro generaciones de comerciantes.



Jorge Orozco Jiménez, el actual propietario, cuenta con orgullo la historia detrás de estos deliciosos dulces que se venden desde el 24 de octubre de 1964, fecha en que se inauguró el centro de abasto. Él ocupa el puesto desde hace nueve años, siguiendo la tradición familiar de llevar a los clientes los sabores auténticos y tradicionales de la región.

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En el puesto, los visitantes pueden encontrar una amplia variedad de dulces típicos que han sido parte de la cultura chiapaneca durante generaciones. Desde el puxinú, el dulce de caballito, turrón de traje, canela y de colores, amaranto, micro pan surtido de queso, palanquetas de cacahuate, hasta el dulce de leche, pepita de calabaza, melcocha, turulete y más, los dulces tradicionales deleitan a los paladares más exigentes.




La diversidad de precios se ajusta a todos los bolsillos. El producto más caro, la cajeta, tiene un costo de 20 pesos, mientras que el caramelo elaborado con miel de abeja se ofrece a tan solo 20 pesos la bolsa de 10 piezas. El puesto atiende a sus clientes desde las ocho de la mañana hasta las 7 u 8 de la noche, adaptándose a la demanda de los productos.



La pasión por su negocio lleva a Jorge a realizar inversiones semanales de alrededor de mil a mil 200 pesos. Estas inversiones se traducen en ganancias de aproximadamente 700 pesos, que reinvierte en más productos para seguir ofreciendo a sus clientes la mejor calidad y variedad de dulces tradicionales.



El compromiso con la satisfacción del cliente es clave para Jorge, quien atiende pedidos especiales y ofrece paquetes según las necesidades de los compradores, con precios especiales por canasta. Además, el puesto introduce dulces típicos de municipios cercanos, como el empanizado de cacahuate de Suchiapa, el pan de coita, la cajeta de San Cristóbal de Las Casas y más.

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