La Arquidiócesis de Tuxtla Gutiérrez hace un llamado a la feligresía a sumarse con gran determinación a las medidas de prevención contra el Covid-19, no somos ajenos a esta tercera ola de contagio, son muchas las noticias que recibimos y que debemos discernir a cada momento, vemos la salud de muchos hermanos agredida, y con un sentimiento de incertidumbre, nuestro estado aunque en semáforo verde, no significa que todo ha pasado, sino al contrario, es cuando más debemos extremar las precauciones.
El Obispo Auxiliar, José Luis Mendoza Corzo y el Vicario General, José Luis Espinoza Hernández, expusieron que ahora que el arzobispo Fabio Martínez Castilla, se encuentra enfermo, y no está físicamente presente con nosotros, queremos animar y juntos discernir el caminar de nuestra Arquidiócesis y atender las recomendaciones sanitarias.
Recomiendan no bajar la guardia ante la pandemia del Covid-19, sigamos cuidándonos y cuidando a nuestros seres queridos, a nuestros hermanos, seamos los primeros en dar ejemplo, usando los protocolos de seguridad en salud usando el cubrebocas, gel antibacterial, sana distancia, etc.
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Las autoridades nos han pedido suspender celebraciones públicas extraordinarias, está son: fiestas que aglomeren mucha gente, reuniones y eventos masivos fuera de los templos, sigamos teniendo nuestras celebraciones de la misa con el aforo permitido, siendo la Iglesia un espacio idóneo para educar a seguir los protocolos, pidiendo a los fieles que sean responsables usando en todo momento el cubrebocas, gel antibacterial y la sana distancia.
El Obispo Auxiliar y el Vicario General piden buscar la forma de ser cercanos a los hermanos, en sus enfermos y difuntos, que no encuentren una actitud tajante negativa, sino opciones de atenderlos, hacer espacios creativos para seguir administrando sacramentos
A los párrocos y responsables de rectorías y misiones, hacen discernimiento según la realidad de cada lugar, y pedir a los hermanos que padezcan algún síntoma puedan quedarse en casa sin que con ello incurran en falta al precepto, nuestra gente necesita bienes positivos y de confianza, no nos prestemos al "torbellino" de pánico, háganos cercano a Dios con nuestro ministerio y con nuestro ejemplo, especialmente con nuestra solidaridad.