En Tuxtla Gutiérrez los grupos de “paracaidistas” amenazan no sólo parques nacionales, también sus zonas de influencia y áreas de ordenamiento ecológico o territorial, según el director regional de Frontera Sur, Istmo y Pacífico Sur de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), Adrián Méndez Barrera.
Informó que, además del Parque Nacional “Cañón del Sumidero”, hay asentamientos irregulares en zonas de ordenamiento ecológico o territorial como El Sabinal y el Cerro de Mactumatzá. No hace mucho había otro en Las Ánimas (área en la que estaba el predio que ocupaba de manera ilegal una organización en el Libramiento Norte) y arriba de Caleras Maciel, sitio que, aunque no forma parte del Cañón del Sumidero es de alto riesgo incluso para quienes invaden.
“Estos grupos que invaden le venden a la gente. No son almas de la caridad que ven por los demás. Le venden a la gente y la mantienen amenazada. Si la gente no paga la expulsan, venden sus cosas y revenden el terreno”, afirmó.
Dio a conocer que los propios “paracaidistas” y en general la población de Tuxtla Gutiérrez pagan las consecuencias de esas acciones. Por ejemplo, en lo que va de esta temporada de estiaje habitantes de asentamientos irregulares generaron al menos tres incendios forestales en el Cañón que afectaron 97 hectáreas, casi cuatro veces más que la superficie ocupada ilegalmente.
“Esto está afectando no sólo al Cañón sino también a la población de Tuxtla Gutiérrez, porque al haber menos cobertura forestal hay menos captación de agua y aumenta el riesgo para la ciudad (…) Hace algunos años murieron personas arrastradas por el Potinaspak (…) Pues eso se debió a una invasión en la zona del Potinaspak que rellenó el río, se represó el río y con tanta agua salió y mató a la gente. Las invasiones también están generando muertes en el interior de Tuxtla Gutiérrez”, afirmó.
Para él, estas situaciones ameritan una respuesta contundente por parte de los tres órdenes de gobierno. Hizo votos para que en esta ocasión las autoridades federales, estatales y municipales tomen cartas en el asunto, pues en la administración anterior los propios políticos alentaron el fenómeno del “paracaidismo”.