Chamula es uno de los municipios de la región Altos de Chiapas, su lengua materna es tsotsil, que significa desaparecer o morir, su raíz viene del agua, pero también significa todos, de ese pueblo salieron jóvenes en busca de mejores condiciones de vida, hoy entre 15 y 19 años, se dicen hermanos, son Gómez y Hernández, se cuidan entre todos, su negocio es el mismo.
Cada uno con su carro como le dicen ellos, o su triciclo, vendiendo raspados o chamoyadas, los precios van desde los 15 pesos, se estacionan a partir de las 13:00 hasta las 20:00 horas, o antes o después, frente al parque central, a un costado de la Catedral Metropolitana de San Marcos en Tuxtla Gutiérrez frente a la fuente.
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Manuel Hernández, dice que le gusta trabajar, idea que comparten los demás, son 10 carros, 10 jóvenes, 10 proyectos de vida, 10 sueños, 10 ilusiones, en sus productos tienen grandes coincidencias, el precio más barato es de 15 pesos, el más caro es de 35 pesos, todos los triciclos tienen un paquete de hielo, en sus unidades cada uno tiene colocado frascos, algunos diez, de diferentes colores y sabores, es la materia prima del raspado y la chamoyadas.
También vasos y conos de plástico en los que despachan si producto, hay quienes venden 150 pesos, 200 pesos o más, preparan su edulcorante, los sabores son diversos, manzana, durazno, de menta, de chicle, tamarindo, nanchi, fresa, una, limón, rompope y más, se hacen bromas y dicen que algunos son más bendecidos por Dios porque los siguen las abejas, las avispas que preparan la miel que exporta Chiapas.
Dice que no fueron a la escuela, no tuvieron acceso a la universidad, pero son felices, pagan renta en Tuxtla Gutiérrez, se agrupan para que sea más barato, de entre 400 y 609 pesos por semana para cada uno, una espacio global que va de los mil 200 pesos a los mil 800 pesos, para pasar la noche, el rato, cuenta con baños, ahí pernoctan, en el centro de la capital.
Dice que vuelven a su pueblo en febrero para el carnaval chamula o en junio el día de San Juan, patrono del pueblo, que congrega a la mayoría, a los que andan fuera de su lugar de origen, todos con celular en la mano, incluso se hablan en su lengua manera y no se escuchan por el uso del aparato, dicen que son más que camaradas, hermanos, amigos, juntos haciendo equipo ofrecen lo mismo, pero de distintos sabores.
No comparten porque no fueron a la escuela, o porque no se quedaron en su lugar de origen, tampoco cuánto invierten en su negocio semanal o diario, lo que si los hace feliz es que todos los días tienen ingresos, todos los días llevan con que compartir con su familia el sustento, es mejor trabajar que ir de fiesta, cuenta Manuel Hernández.
Hace un llamado a la población a que les compren sus productos, a qué prueben la calidad que venden, todos se ubican en la primera sur entre calle central y primera poniente, cada uno con su triciclo, cada uno atento al que pasa por la plaza, al que va solo, al que va acompañado, le dice que su raspado es el más rico o que la chamoyadas que despacha es la mejor de Tuxtla Gutiérrez.