Los habitantes de San Cristóbal de las Casas, conocidos como "coletos", muestran divisiones respecto a las obras de pavimentación que se están llevando a cabo en diferentes partes de la ciudad. Mientras algunos exigen la ejecución rápida de las obras utilizando chapapote, otros demandan calidad y durabilidad en los materiales utilizados.
En el barrio de San Ramón, por ejemplo, ha surgido una protesta debido a la remoción de pavimentos que ha generado polvo y lodo en la zona. Un grupo de vecinos exige que la pavimentación se realice únicamente con chapapote para acelerar el proceso, aunque reconocen que este material no perduraría en el tiempo.
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Por otro lado, otro sector de la comunidad solicita a las autoridades que las obras se realicen con concreto hidráulico, pero insisten en que antes se deben renovar por completo las tuberías de drenaje y agua potable para garantizar la durabilidad de la pavimentación a lo largo de los años.
Los trabajadores y encargados de las obras aseguran que para garantizar la calidad y durabilidad de la pavimentación es necesario levantar todos los escombros y renovar por completo las tuberías de servicios básicos. Se estima que este proceso, que incluye la instalación de concreto hidráulico, podría tener una duración de hasta 40 años.
"La gente está mal informada. Si dejamos el pavimento con chapapote, se deteriorará rápidamente debido al tráfico vehicular. Nuestra responsabilidad como expertos es dejar todo nuevo, comenzando por las tuberías", afirmó uno de los encargados de la obra.
Los conflictos en torno a las obras de pavimentación reflejan la necesidad de un diálogo abierto y transparente entre las autoridades y la comunidad para llegar a soluciones que satisfagan las necesidades de todos los sectores y aseguren la calidad y durabilidad de las infraestructuras urbanas.
