El gobierno federal debe pedir perdón por el conflicto generado en los municipios de Chenalhó y Aldama, fue el mismo Estado mexicano que ocasionó un escenario de confrontación con reconocimientos agrarios erróneos a partir de 1974 que han dejado una estela de violencia, dolor, miedo, terror, derrame de sangre, muertes y desplazamientos entre pueblos hermanos y vecinos.
La directora del Centro de Investigación y Estudios Superiores en Antropología Social (SIESAS), Ruby Aracely Burguete Cal y Mayor, lamenta que hayan pasado muchos años sin intervención por parte del gobierno federal para resolver un problema que él mismo creó Chenalhó - Chalchihuitán y Aldama - Santa Marta, Chenalhó.
En el 2000 concedió a Santa Marta a través del Programa de Certificación de Derechos Ejidales (PROCEDE) plano definitivo y con ello, aumentó la disputa de 60 hectáreas entre Santa Martha y Aldama.
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Historia
Burguete Cal y Mayor precisa que Santa María Magdalena y Santa Marta, tienen mito de etnogénesis muy antiguos, cuando se quiso hacer la remunicipalización en 1999 Santa Martha no quiso aceptar la subordinación de Santa María Magdalena que creó el municipio de Aldama, porque había un conflicto entre las dos vírgenes, se acusaban mutuamente de haberse robado las joyas.
Esa es una de las causas de la separación de Santa María Magdalena y Santa Martha, lo que los divide como territorio es lo que llaman en la región un río, pero en realidad es un arroyo, los políticos responsables de la remunicipalización de 1999 encabezada en ese entonces por Noé Castañón León, no entendían el porqué no era posible que Santa Martha quedara dentro del territorio de Aldama.
Cuenta que al ver las fotografías y el video donde un grupo de personas portando armas el miércoles 19 de agosto, advierte que se trata de una seña de defensa de su territorio, pero sostiene que el tratamiento no debe ser solo agrario, se advierte un resentimiento de maltrato de parte de Aldama.
Solución
Afirma que el conflicto que ha generado muertos en ambas comunidades es más que agrario, “el gran problema es que quienes han intentado resolverlo vienen a la foto”, se requiere diálogo, entendimiento y pedir perdón, se tienen que cambiar la metodología, y es importante la participación de la presidenta de Aldama, Verónica Ruiz Pérez, que no había sido tomado en cuenta antes de la firma del pacto de no agresión de finales de julio.
En 2008 Santa Martha interpuso demanda ante el Tribunal Unitario Agrario (TUA) de Tuxtla Gutiérrez, otorgó a Aldama las 60 hectáreas y ordenó indemnización por un millón 300 mil a Santa Martha, pero a su juicio, este es un eslabón débil por parte del gobierno, no se agota ahí, falta diagnóstico por expertos, recorrer la zona. Es muy difícil ceder un pedazo de tierra, temen venganzas de los ancestros.