San Cristóbal de Las Casas.- “La Iglesia trata deayudar a su gente a desarrollarse, inculcando valores que nopodemos perder, tenemos que seguir los designios del Papa Franciscoy hay que marcar los valores en cada comunidad, hace casi dos añosque Francisco vino consideró fundamental celebrar una misa en SanCristóbal donde hay muchos conflictos sociales”.
Así lo manifestó el Nuncio Apostólico en México,Franco Coppola, al reconocer que en México se vive una serie deconflictos sociales, y también en Chiapas, donde a la Iglesia nole corresponde resolverlos, pero sí tender la mano para intentarlograr acuerdos.
Cuestionado sobre el conflicto entre Chenalhó yChalchihuitán, señaló que no tendrá trato directo con elpárroco de Simojovel, Marcelo Pérez Pérez, que se encuentrainterviniendo en el caso, pero reconoció su labor.
[caption id="attachment_219110" align="aligncenter"width="1200"] Franco Coppola, Nuncio Apostólico enMéxico.[/caption]
“No me reuniré con él porque para eso está elobispo, ahora corresponderá a Rodrigo Aguilar intentar mediar enel asunto, Felipe Arizmendi ya me había dado los pormenores delcaso y para nosotros es importante atender a esa gente que se haquedado sin nada, la Iglesia hace lo posible por ayudar entregandoalimentos, animando a la gente a ponerse alrededor de una mesa adialogar”, añadió.
El representante del vaticano puntualizó tenerconocimiento de que ya hay mesas de diálogo constituidas, pararesolver los problemas, “hay que tener paciencia, el problema hallegado a ser tan violento que no se puede pensar que en un día dediálogo se va resolver todo”.
“Ahora los problemas están, son vivos, lo sabemos,hay enfrentamientos entre los pueblos, se ha tratado siempre deencontrar una solución, ese es el camino, es el diálogo paraentender la razón del otro, don Felipe ha seguido este camino delos asuntos sociales del pueblo, construyendo la Iglesia,contribuido mucho al desarrollo especial”, citó.
Por ultimo insistió en que a la Iglesia no lecorresponde resolver los problemas, pero si facilitar aresolverlos, “dar una mano con mucho gusto, prevenir y siestallan bajar la tensión, antes que todo ofreciendo un lugar; enmi pequeña experiencia en África hay países conflictivos, cuandonadie escucha, no hay lugar de entendimiento, toman las armas, laIglesia ofrece este lugar donde la gente se siente escuchada y sepueda encontrar una salida”.