La escalada de violencia que ha vivido el municipio de Tila, Chiapas, que para integrantes del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) es ejido Tila, tiene su origen en el año de 1966 con la decisión del llamado Cuerpo Consultivo Agrario de arbitrariamente incluir 130 hectáreas de terreno en el plano del ejido Tila; en 1977 las autoridades ejidales interpusieron un amparo en contra de dichas autoridades agrarias respecto a esa decisión.
Para el año de 1980 el Congreso de Chiapas emitió el decreto expropiatorio 72 mediante el cual respaldaba al Cuerpo Consultivo Agrario para sustraer dichas tierras e instaurar el fundo legal; de nuevo, las autoridades ejidales interpusieron un segundo amparo con el propósito de proteger esas tierras de la expropiación, siendo para 1994 que se emitió una sentencia a favor del ejido, lo que detonó el conflicto entre ambos grupos, justo en pleno surgimiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional.
La sentencia de 1994 calentó más el conflicto, existiendo desde entonces más rencillas entre los ejidatarios y los integrantes del Consejo Consultivo Agrario. Para 2008 falló de nuevo a favor del ejido y en 2010 el caso fue enviado a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, argumentando que el asunto era muy complejo; en ese año ocurren tres acontecimientos importantes para el caso: la destitución del abogado que llevaba la parte de la indemnización de las tierras expropiadas, interviniendo el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas para tomar en sus manos el tema del ejido y la restitución de las tierras, rechazando el pago que ofrecía el gobierno y exigiendo la salida del Ayuntamiento de las tierras ocupadas.
Desde entonces han existido una serie de conflictos y enfrentamientos, así como ingobernabilidad; en el año de 2015 se llevaron a cabo elecciones, proceso electoral que estuvo enmarcado por irregularidades y que derivó en el ataque a balazos en contra del candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI), quien por pocos votos iba detrás del candidato del Partido Verde Ecologista de México (PVEM).
Lo anterior derivó en marchas para pedir el esclarecimiento del ataque y, al no haber respuestas la gente salió a las calles y realizó la toma simbólica del Palacio Municipal el 16 de septiembre del mismo año; esta manifestación culminó con un enfrentamiento con elementos de la Policía Municipal, el cual dejó como saldo varios heridos, la quema de una biblioteca, de la comandancia de la policía y varias oficinas del edificio que ocupaba la Presidencia Municipal.
Desde entonces la situación ha sido tensa entre los ejidatarios y quienes simpatizaban con el Cuerpo Consultivo Agrario, quienes también son ejidatarios pero que desde hace tiempo se declararon autónomos, mismos que definen a tila como ejido, personas que además aprovechando en su momento la efervescencia Zapatista decidieron aliarse al EZLN y por lo cual denominaron a su movimiento Ejidatarios autónomos integrantes del Congreso Nacional Indígena-Ejército Zapatista de Liberación Nacional (CNI-EZLN).
Ahora el conflicto se reavivó pues ya no se trata de 130 hectáreas de terreno sino de poco más de 500 cuya importancia estratégica es vital, ya que dentro de esa enorme extensión de terreno se encuentran diversos recursos naturales valiosos, entre ellos recursos maderables de los cuales ambos bandos desean tener el control; aunada a esta situación se suma la presencia desde hace unos años de miembros del crimen organizado que en primera instancia utilizaban la zona para el trasiego de drogas y quienes ahora también quieren entrarle a la disputa del control de los recursos naturales.
Lo anterior fue dado a conocer por habitantes de la comunidad que el 17 de octubre se manifestaron en el Parque Central de Tuxtla Gutiérrez, para exigir la intervención de las autoridades, pues el pasado 13 del mismo mes un grupo armado tomó el control de Tila, cerrando el acceso a la zona y dejando incomunicados a los habitantes; días antes e había reportado la ejecución de cuatro jóvenes en Tila.
Quienes se manifestaban eran jóvenes estudiantes cuyas familias viven en Tila y mismos que se enteraron de lo sucedido a través de redes sociales, dado que sus estudios los realizan fuera de Tila, siendo al pretender regresar a sus hogares que se informaron que la carretera principal había sido destrozada y que un grupo de sujetos armados había bloqueado el acceso a su lugar de origen.
En su momento, algunos de los manifestantes señalaron que el conflicto no solo era entre ejidatarios, sino entre integrantes de grupos del crimen organizado que se disputaban el control de la plaza y también querían controlar la explotación de los recursos de la zona.
El hecho violento más reciente fue el del pasado sábado 11 de noviembre de 2023, cuando un grupo de sujetos armados ingresó a Tila para quemar llantas y causar daños a infraestructura pública como postes de luz y daños a las líneas de telefonía; tanto integrantes del movimiento Ejidatarios autónomos integrantes del Congreso Nacional Indígena-Ejército Zapatista de Liberación Nacional (CNI-EZLN), como ejidatarios locales emitieron comunicados al respecto, deslindándose de lo que había sucedido.