Como marco a las dos escalinatas internas del palacio municipal de Tapachula existen dos vitrales diseñados y ejecutados por Carmen Nettel Cancino y Elsa López Sánchez el 30 de noviembre de 1990; del lado derecho se encuentra el vitral con el título “Tapachula, tierra de labor, naturaleza prodiga”.
Este primer vitromural representa la esencia de la ciudad de Tapachula, muestra la riqueza natural con la que cuenta esta tierra, además, demuestra la capacidad de los tapachultecos en la agricultura, pesca y ganadería, y como con su ingenio e inteligencia realizan las labores del campo.
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En este mural se observa además los principales cultivos de la región como son el chocolate, café, cacao, que son representativos de nuestra región.
Asimismo, muestra la magnificencia de la variada vegetación integrado por bosques, enmarcada por una majestuosa ceiba así como árboles de Primavera, Guanacaste y otras especies.
El segundo vitral se titula “Tapachula, tierra de paso, punto de partida y destino”, en este vitromural se expresa el espíritu que ha forjado la manera de ser de los habitantes de esta zona, dueños de la especial característica de estar en constante movimiento y cambio.
En este segundo vitral podemos observa figuras que dan a conocer la influencia cultural de antaño.
Se exponen elementos que se consideraban sagrados para la población como el cielo, que representa a los dioses de la lluvia y la ceiba, conocido como el “Árbol de la vida”.
También se puede observar parte de la historia de la llamada “conquista militar”, que representa cuando los viajeros llegaban a Tapachula y hacían intercambios de mercancías por productos regionales y por último las piezas arqueológicas que ahí se observan no son originarias de Tapachula, pero estas fueron claves para crear el estilo de la ciudad.
Hasta ahora los vitrales solo se han restaurado en dos ocasiones, la primera en entre los meses de diciembre de 2001 y enero del 2002 curación que fue hecha por Elsa López Sánchez y la segunda en julio y agosto del 2018 por Carmen Nettel Cancino, ambas creadoras de este importante legado arquitectónico, desde esa fecha hasta ahora no hay otro mantenimiento registrado.
Ambas joyas arquitectónicas se encuentran en buenas condiciones e incluso sus creadoras tomaron en cuenta el que permite la suficiente entrada de luz al edificio y el lugar donde se ubican siempre está limpio.
En el inmueble existen dos leyendas a los costados de cada vitral, del lado derecho esta la historia en español del vitromural y del lado izquierdo se encuentra su versión en inglés, además cuentan con una protección de vidrio para que los curiosos no lleguen a tocarlas y de esta manera permanezcan sin daños.
Con información de Karla Ángel | Diario del Sur
