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El Colegio de Ingenieros Civiles de Chiapas (Cicch) demandó ayer a los tres órdenes de gobierno llevar a cabo estudios sobre el “caído” que ocurrió en el Parque Nacional “Cañón del Sumidero” el miércoles pasado, a fin que la gente sepa con certeza qué pasó y las autoridades tomen las medidas necesarias para garantizar la seguridad de la población y turistas.
El presidente del gremio, Rodulfo Alberto Farrera Maza, dijo que con base en el conocimiento existente sobre ese episodio, de primera instancia el Colegio determinó que el deslizamiento fue un hecho natural, pues estuvo bajo el influjo de fracturamientos, intemperismo y sobre todo erosión de la roca caliza.
Respecto al último factor, en la cuenca alta hay alteración de uso de suelo acompañada de deforestación.
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Además, el estado está bajo el influjo de una prolongada sequía. Esto provocó la pérdida de vegetación, lo que también aceleró los escurrimientos superficiales y el proceso de fractura de las piedras, también llamado fenómeno de karsticidad.
El resultado fue un desprendimiento, detalló Jorge Ordoñez Ruiz, miembro de esa organización.
Carlos González, también integrante del Cicch, deslindó de ese fenómeno a la calera que operaba cerca de esa maravilla natural ayudándose con explosivos en sus trabajos de excavación, debido a que “está muy lejos de ahí”.
Incluso Farrera Maza descartó que el “caído” sea una consecuencias de los dos sismos que sacudieron a la entidad durante la mañana del 1 de enero, dado que el episodio sucedió a las 2:30 de la tarde de ese día.
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El puente “Belisario Domínguez” tampoco sufrió secuelas, pues el deslizamiento ocurrió a 13 kilómetros de esa infraestructura, sobre el margen izquierdo del río Grijalva, además de que la ladera afectada estaba a un metro del agua., sólo provocó movimiento en 30 metros cúbicos de agua, aseguró Ordoñez Ruiz.
El presidente del Colegio anunció que convocarán a representantes de los tres órdenes de gobierno a mesas de trabajo para no sólo para analizar el hecho, sino también para establecer qué otras áreas son susceptibles a “caídos” y la situación de la cavernas que existen en el Cañón.
”Hay que hacer estudios para que seamos serios en nuestras propuestas, no salir de manera prematura, a destiempo sino basarse en estadísticas que hayan, pero hay que ir a verificar al campo, para que podamos hablar con propiedad”, puntualizó Raúl Moreno Cosió, miembro del gremio y también líder del Colegio Chiapaneco de Ciencias de la Tierra.
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