- El periodismo está de luto, una pluma fue enviadaal tintero; el corresponsal de El Heraldo de Chiapas fueacribillado
PEPE GALLEGOS/LENNYN FLORES
La presencia de cientos de personas da cuenta de quesu muerte fue injusta. Que no era necesario llegar a tanto solo porcallar una pluma que revelaba el escenario obscuro que permea enYajalón y los municipios aledaños, enclavados en la Selvachiapaneca.
Llantos, lamentos y recuerdos cubren el féretro, elmismo que fue custodiado por el Sagrado Corazón de Jesús comomuestra de la fe cristiana, esa fe que los lleva a creer que Mariosolamente ha iniciado un viaje eterno. Al que todos vamos.
Un periodista ha muerto y eso duele, duele tanto quecualquier situación causa tristeza: La lluvia, el sol, el aire,todo recuerda a Mario Gómez, el periodista, el padre, el hermano,el esposo, el amigo.
El mariachi canta, otros rezan y lloran al mismotiempo. Una celebración religiosa trata de acariciar el alma deuna familia herida. Han quitado a Mario de la forma más ruin,cruel y despiadada, pero quedan sus textos, esos que son constanciafiel de su pasión por esta noble labor de ejercer el periodismocon veracidad.
El periodismo está de luto, una pluma fue enviada altintero; el corresponsal de El Heraldo de Chiapas fue acribilladocon cuatro disparos. Una carroza traslada su cuerpo, pero solo eso,porque Mario sigue vivo, vivo en las notas, los reportajes y lascrónicas que digan la verdad. Eso es lo que no han entendidoaquellos que efectúan pactos mañosos, que la verdad no se mataasesinando al mensajero, porque eso era Mario, un enviado que, peseal temor, siempre luchó por retratar la realidad.
Yajalón sufre la partida eterna de esa pluma, de lavoz que les dio voz y los visibilizó frente a un estado que porseis años se ha caído en pedazos; en ese vehículo fúnebreduerme ese hombre robusto con bigote, el "Che", como le decían enla universidad, aquella escuela que le permitió iniciar un sueñollamado periodismo.
Marchan cientos acompañando a su familia junto conun dispositivo de seguridad que llegó tarde… llevan a Mario, elperiodista.
VERDAD
La verdad no se mataasesinando al mensajero, porque eso era Mario, un enviado y eso eslo que no han entendido aquellos que efectúan pactosmañosos
1 Periodista asesinadoen los últimos años aquí en la entidad