ROMA. Las personas que han tenido que abandonar sus hogares en la región italiana de Emilia Romaña a causa de las inundaciones por las lluvias de los últimos días superaron las 36 mil 600, mientras prosiguen las labores de asistencia y la “alerta roja” en el área.
El balance provisional se mantiene en 14 víctimas mortales.
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La mayoría de desplazados, 27 mil 775, proceden de la provincia de Ravenna, en la costa del Adriático y una de las zonas más perjudicadas por este aluvión, mientras que cuatro mil 830 son de Forlì-Cesena y cuatro mil 12 de Bologna.
Alrededor de siete mil personas han sido acogidas en albergues o en las instalaciones públicas habilitadas, entre escuelas o polideportivos.
Las lluvias entre el martes y el miércoles pasados hicieron que 23 ríos y torrentes se desbordaran e inundaran 43 municipios, causando cuantiosos daños en viviendas e infraestructuras y aislando pueblos enteros y cortando más de 500 carreteras.
La vicepresidenta regional y responsable de Protección Civil Irene Priolo cifró los daños en “miles de millones de euros” sobre todo a causa de los 300 corrimientos de tierra aún activos, la mayoría a las faldas de la cordillera de los Apeninos.
En el municipio de Forlì hay siete zonas aisladas a las que los equipos de rescate tratan de llevar comida, agua y medicamentos. La primera ministra, Giorgia Meloni, adelantará su regreso del G7 para visitar las zonas afectadas y presidir el próximo martes un Consejo de Ministros extraordinario para aprobar ayudas económicas y exenciones fiscales para las zonas perjudicadas.
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Por otro lado, un helicóptero con el que se trataba de reactivar la red eléctrica en la zona de Ravenna cayó con sus cuatro ocupantes en la zona de Lugo aunque tres de ellos resultaron ilesos y uno herido leve, aunque fueron trasladados en ambulancia al hospital. Las autoridades de Emilia-Romaña han confirmado la “alerta roja”.
