Ocozocoautla.- La explosión ocurrida el pasado viernes cobró la vida de cuatro personas, tres de ellas fueron llevadas al panteón la mañana de este lunes ante una multitud que mostró una profunda tristeza en una tragedia que dejó marcadas a las familias de esta ciudad.
De los seis heridos de gravedad por la explosión de la fábrica de juegos pirotécnicos, cuatro perdieron la vida durante el fin de semana, tres personas adultas durante el sábado y el menor de edad el pasado domingo.
Entre los fallecidos se encuentran Miguel Ángel Yáñez López de 55 años de edad, Jorge Francisco Muñoz Hernández de 35 años, Iván Toalá Muñoa de 21 años y Luis Javier Laínez Molina, el niño de 13 años de edad.
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Los tres primeros fueron velados en sus respectivos domicilio durante el domingo, y fue la mañana de este lunes, en una misa de cuerpo presente, donde se escuchó el dolor desgarrador de una partida, ante un tumulto de personas que no creían que su ser querido ya no estuviera más en este mundo.
En una caravana fúnebre, los tres cuerpos fueron llevados al panteón de La Pitaya, en un camino de mucho silencio, de demasiado llanto, en el cual aún no daban crédito a la tragedia ocurrida.
Allí fueron dejados los restos de Jorge Francisco, Miguel Ángel e Iván, quienes laboraban diariamente con el riesgo, en un espacio de creación de juegos pirotécnicos y en el cual la tragedia los alcanzó.
Por su parte, el pequeño de 13 años será velado todo este lunes, pues su cuerpo aún llegó a la ciudad en la madrugada de este día, así que será hasta mañana martes cuando se realice su sepelio.
En tanto que familiares y seres queridos de los fallecidos desean que las autoridades o la sociedad pueda brindarles un apoyo económico ante los gastos que tuvieron que realizar para los sepelios y velatorios de cada uno de los finados.
Al accidente, aún sobreviven dos personas, que se encuentran aún en el hospital de Tuxtla Gutiérrez, en el cual los especialistas están haciendo todo lo posible por salvarlos.
Mientras autoridades continúan con las investigaciones para saber las causas que derivaron la explosión, y conocer a detalle las reglas en las que se mantenía la fábrica de juegos artificiales.
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