Imposible dejar de escribir sobre el tema de la Frontera Sur que, incluso ha sido nota en medios internacionales como The New York Times, quien ha puesto de manifiesto el creciente descontento entre la población de municipios chiapanecos; hay quienes consideran que se les brinda mejor atención a los ilegales que los propios mexicanos.
El problema se complica cada día que pasa para el gobierno federal, quien al inicio del sexenio mostró una política migratoria de brazos abiertos y poco a poco ha tenido que ir endureciendo “la canilla”.
El hecho más visible sucedió el lunes cuando agentes de Migración tuvieron que “topar” a migrantes en el tramo Mapastepec-Pijijiapan. El saldo de la “corretiza” fue de más de 350 indocumentados “rescatados”, además de decenas que huyeron a las montañas y ranchos de la zona.
A pesar de que el incidente no pasó a mayores, es notorio el cambio de estrategia del gobierno federal, no sabemos si presionado por el gobierno de Estados Unidos o porque ya se dio cuenta que la completa apertura a los migrantes genera incertidumbre y descontento social.
El martes, tras el ruido de este operativo en la región Costa-Soconusco, los titulares de Gobernación, Olga Sánchez Cordero y de la SRE, Marcelo Ebrard, ofrecieron una conferencia para tratar de calmar las aguas.
Reiteraron que habrá una atención de respeto a los migrantes, siempre que ellos se sometan a las leyes mexicanas.
Se les entregará un permiso de ingreso regional, siempre que su internamiento a México sea ordenado, insistió Sánchez Cordero.
SÍ A LA MIGRACIÓN, PERO ORDENADA: ERA
El senador por Chiapas, Eduardo Ramírez, conocedor de la problemática migratoria, pues es originario de la región Fronteriza, propuso reformar la ley para que haya una migración ordenada.
Exigió, con buen modo, que los gobiernos centroamericanos también hagan la parte que les corresponde, pues los indocumentados que emprenden el viaje lo hacen por falta de oportunidades en sus naciones.
NO JUZGAR A LA LIGERA A AMLO: EMILIO
El diputado Emilio Salazar se desprendió de colores y pidió no juzgar “ramplonamente” el trabajo de Andrés Manuel López Obrador, porque el tiempo que lleva en el poder todavía es muy poco.
Expresó que a la violencia no se le puede responder con más violencia, y a pesar de que las cifras delictivas son delicadas, aún se puede salir adelante si todos nos subimos al mismo barco y remamos para el mismo rumbo.
SIN TIRARSE EN LA HAMACA
Chiapas, a pesar del ruido nacional por la ola violenta de los últimos días en Veracruz y Tabasco, se mantiene entre las cuatro entidades más seguras del país, detrás de Campeche, Tlaxcala y Nayarit.
Según datos del SESNSP, en el primer trimestre de 2019 tasa de delitos por cada 100 mil habitantes fue de 119.32, más baja que en 2018 cuando fue de 129.62.
No es para “tirarse en la hamaca”, pero sí para reconocer que algo se está haciendo bien por parte de instituciones como la FGE y Secretaría de Seguridad, además de redoblar esfuerzos.
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