Dicen que Rosario Robles alcanzó a decirle al Juez que ella siempre ha dado la cara y que no tiene el dinero para huir del país e irse a Canadá. Que por eso debía concederle el beneficio de la prisión domiciliaria.
Pero un equipo de cinco agentes del Ministerio Público de la Fiscalía General de la República (FGR) y tres funcionarios de la Auditoría Superior de la Federación estaban decididos a mandarla a prisión, con todo y su amparo que llevaba bajo el brazo.
Fueron 12 largas horas de un incesante “toma y daca” entre los agentes del Ministerio Público y los abogados defensores de la exjefa de Gobierno de la Ciudad de México; sin embargo, pasadas las seis de la mañana, con familiares, amigos y periodistas presentes, el juez Felipe de Jesús Delgadillo Padierna decidió enviarla a prisión preventiva. Esa película ya la vimos…
SALPICADURAS
La extitular de la Sedesol y de Sedatu, quien está acusada de ser omisa por el desvío de más de cinco mil millones de pesos en el caso de la llamada “Estafa Maestra”, podría pasar en el penal femenil de Santa Martha Acatitla desde dos a seis meses.
Los abogados Óscar Ramírez y Luis Hernández Barros, una vez derrotados ante el Juez, comenzaron otra batalla en los medios de comunicación, argumentando que la experredista no se merece un trato como el que le han dado, sobre todo porque siempre ha dado la cara.
Llegaron al grado de acusar al Juez de tener montado todo un “sketch” para mandar a prisión a quien en su momento fuera una de las mujeres más poderosas del país.
Dijeron que el juzgador puso en boca de quien fuera cercana al ahora presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, palabras para vincular a exfuncionarios como José Antonio Meade y el expresidente de México, Enrique Peña Nieto, quienes habrían estado enterados de la “Estafa Maestra” y ahora están salpicados.
Dicen que en política no hay casualidades y, “casualidad”, este mismo martes el extitular de Hacienda y excandidato presidencial se “hizo el aparecido” en Palacio Nacional…
AMLO Y ROBLES ERAN AMIGOS
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, quien suele ser una “chucha cuerera” porque sabe cuándo meter la cuchara y cuándo retirarla, dijo que él no se ha metido ni se meterá en el caso de Rosario Robles Berlanga, a quien no hace mucho pareció defender al decir que podría ser un “chivo expiatorio” y habría otros involucrados más arriba.
Aseguró que él no se mete con decisiones del Poder Judicial ni de la Fiscalía General de la República y que tampoco envía “palomas mensajeras” para cambiar el rumbo de un juicio, en este caso contra quien en su momento fuera compañera de lucha cuando juntos militaban el Partido de la Revolución Democrática (PRD).
Cuentan que Rosario Robles, encargada de entregarle el gobierno del Distrito Federal a López Obrador en el año 2000, tuvo una ruptura con el tabasqueño cuando ambos, en los tiempos de Cuauhtémoc Cárdenas, querían ir por “Los Pinos”.
En 2004, los llamados videoescándalos, cuando René Bejarano, cercano a López Obrador, apareció en televisión recibiendo fajos de billetes, habrían terminado de distanciar al hoy Presidente y a la hoy presa en Santa Martha Acatitla. ¿Será el tiempo del desquite…? Eran amigos.
PECES GORDOS
A pesar de lo dicho por Santiago Nieto Castillo, titular de la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda, respecto a que el caso Rosario Robles indica que en este gobierno no habrá impunidad, no pueden cantar victoria.
El encarcelamiento de la exdirigente del PRD podría ser otra “fotografía sexenal”, de las que ya hemos visto antes.
Así pasó en el gobierno de Enrique Peña Nieto cuando la exdirigente del SNTE, Elba Esther Gordillo, fue encarcelada con fines mediáticos y políticos. Les estorbaba para aprobar la Reforma Educativa.
Al paso de los años, La Maestra está libre de toda culpa, y hasta puede pasearse por la Avenida Reforma en la Ciudad de México, saludar a la gente y comerse un helado. Esa película ya la vimos…
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