El cine no sólo retrata la realidad actual o del pasado, también es una ventana para ofrecer una luz de esperanza, considera la cineasta Astrid Rondero, quien para su nueva cinta Sujo enfocará su historia en un futuro alternativo, muy alejado del crimen organizado.
“Sujo es la historia de un huérfano del narcotráfico que crece en medio de esta violencia que estamos viviendo en el país y llega a la Ciudad de México con la aspiración de entrar a la universidad”, afirmó en entrevista con El Sol de México la realizadora, que en 2017 filmó Los días más oscuras de nosotras, cinta cuya trama destaca la sororidad.
“La película habla de la violencia más tremenda que se vive hoy en día en México, en general en el país, pero mucho más en las comunidades rurales y termina con una nota más esperanzadora, a diferencia de otras películas que tocan estos temas también”, agregó.
La historia se desarrolla en tierra caliente, Michoacán, en una localidad donde los narcos tienen el control y poder total; sin embargo, el rodaje se llevó a cabo en Guanajuato.
Nuevamente, Rondero repite mancuerna con su amiga y colega Fernanda Valadez, con quien trabajó en Sin señas particulares (2020), la ópera prima de Valadez que aborda el temas de las desapariciones forzadas en México.
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Actualmente, Sujo se encuentra en proceso de postproducción, por lo que se espera que su estreno sea el primer trimestre del año.
La directora, cuyo proyecto fue apoyado por el Eficine, destacó la necesidad de que existan por ley los estímulos al cine. “Creo que hace falta que Focine escuche, no en un sentido comunitario sino analítico, para que llegue a estar en ley, y permitir que se sepa cuáles son los montos destinados a cada película, que es algo que no sucede actualmente”, expresó.
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