En la búsqueda por inculcar el hábito de la lectura desde temprana edad, padres y educadores en Chiapas enfrentan diversos desafíos. A pesar de los múltiples beneficios que ofrece la lectura en el desarrollo cognitivo y emocional de los niños, muchos encuentran dificultades para despertar el interés de los pequeños por los libros.
Uno de los principales obstáculos radica en la selección de lecturas adecuadas para cada etapa del desarrollo infantil, así como en la presencia de distracciones que pueden dificultar la concentración durante la lectura. Sin embargo, la importancia de superar estos obstáculos radica en los beneficios a largo plazo que la lectura proporciona, tales como el enriquecimiento del lenguaje, la estimulación de la creatividad y el fortalecimiento de los vínculos familiares.
Según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), dedicar tan solo 10 a 15 minutos diarios a la lectura puede marcar una diferencia significativa en el desarrollo de los niños pequeños.
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Estrategias para que los niños fomentar la lectura
1. Empezar lo antes posible
Desde el nacimiento, la exposición a la lectura puede contribuir al desarrollo del lenguaje y la estimulación cognitiva de los bebés. Los adultos pueden aprovechar la lectura en voz alta como una oportunidad para interactuar con los niños, describir imágenes y estimular su curiosidad.
2. Predicar con el ejemplo
Es fundamental que los niños vean a los adultos disfrutar de la lectura como una actividad placentera. La lectura habitual en el entorno familiar puede inspirar a los niños a adoptar este hábito.
3. Leer por turnos
La lectura compartida en voz alta permite a los niños participar activamente en la narración y desarrollar habilidades lingüísticas. Alternar la lectura entre el adulto y el niño fomenta la comprensión lectora y fortalece el vínculo emocional.
4. Escuchar sus gustos
Es importante adaptar la selección de libros a los intereses y preferencias individuales de cada niño. Los temas que despiertan su curiosidad pueden servir como punto de partida para explorar diferentes géneros y estilos literarios.
5. Establecer un ritual
Integrar la lectura en la rutina diaria crea un ambiente propicio para el hábito lector. Ya sea antes de dormir o durante el transporte, dedicar un tiempo específico a la lectura ayuda a mantener el interés y la atención del niño.
En resumen, al implementar estas estrategias y promover un entorno enriquecido con libros y actividades relacionadas con la lectura, se puede cultivar el amor por la lectura desde la infancia, sentando las bases para un futuro de aprendizaje continuo y desarrollo personal.
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