Joyonaqué: La flor para dar culto a las vírgenes de Copoya

Es un ramillete elaborado con diversas flores y hojas; mientras se elabora se toca música autóctona con tambor y carrizo, se sirve pozol blanco y de cacao

Isaí López | El Heraldo de Chiapas

  · sábado 26 de marzo de 2022

El Joyonaqué es una artesanía natural, se trata de una flor costurada para lo que se utiliza aguja e hilo para rendir culto a las vírgenes de Copoya, la imagen de Nuestra Señora del Candelaria, del Rosario y Santa Teresa / Foto: Isaí López | El Heraldo de Chiapas


El Joyonaqué es una artesanía natural, un ramillete elaborado con una diversidad de flores, hojas y tallos; se trata de una flor costurada para lo que se utiliza aguja e hilo, se elabora por parte de la mayordomía zoque para rendir culto a las vírgenes de Copoya, la imagen de Nuestra Señora del Candelaria, del Rosario y Santa Teresa, los maestros han aprendido de generación en generación a la vez con esta obra rinde tributo al más grande de los maestros Don Antonio Escobar Paredes fallecido en el 2014.

El maestro Miguel Angel Albores originario de Copoya municipio de Tuxtla Gutiérrez, se reúne en su casa con los mayordomos van en busca de los insumos para la elaboración del Joyonaqué, flor de mayo, bugambilias, crisantemos, flor de hueso, hoja de plátano, hoja de mango, el tallo de la planta conocida como palenque entre otras, las colectan en bolsas, las llevan al patio de la casa luego colocan algunas hojas y depositan el material.

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Mientras se elabora del ramillete se toca música autóctona con tambor y carrizo, se sirve pozol y blanco y de cacao o se comparte el posch, un licor casero, el maestro invita a la gente a que aprenda a elaborar esta artesanía única en Chiapas que se elaboran en Copoya, el trabajo inicia al canto de los gallos, preparan los hilos, lo colocan en las agujas de unos 30 centímetros, todos colaboran, el maestro dirige.

Le pasan las hojas de mango, las enrolla, coloca la flor de mayo en un extremo la bugambilia también puede ser trinitaria, crisantemo y en el otro extremo se utiliza el tallo de la planta que se conoce como palenque, intervienen todos los maestros también aprendices durante el proceso de elaboración y al momento de la costura con el tallo de palenque, un lirio y se van formando figuras.

La ofrenda se realiza en diferentes épocas del año también se elabora para pedir buenas cosechas y la lluvia

Los que no han sido floreados son ramilleteros y los que ya han sido floreados se llaman maestros ramilleteros o joyonaqueros; es una fiesta la realizaron del trabajo la elaboración de esta artesanía única en Chiapas de la mayordomía zoque de Tuxtla Gutiérrez y el maestro Albores expresa el deseo de continuar con esta tradición para ello deberá haber siempre personas interesadas en aprender.

Cuenta que esta es una ofrenda a las tres imágenes de Copoya cada uno, cada ramillete se va elaborando con mucha paciencia, con mucha sabiduría, con calma, se van ensartando pieza por pieza, se van cosiendo uno a uno es con la mayor precisión; la experiencia es determinante en el día una persona elabora dos o tres ramilletes en algunas ocasiones al concluir la elaboración se colocan en un arco de metal para luego llevar la ofrenda al altar de las tres imágenes.

Don Antonio Escobar Paredes, fallecido en el 2014 / Foto: Cortesía de Mayordomía Zoque

Don Miguel Angel compartió que en varias ocasiones en el año se congrega la mayordomía zoque de Tuxtla Gutiérrez para elaborar los ramilletes ya sea que las imágenes estén en Copoya o bajen a la capital para recorrer hogares de la mayordomía; sostiene que el Joyonaqué se relaciona con el inicio de la Primavera, debido a que es la estación del año que se entiende como una renovación y es que el culto a las tres imágenes debe causar eso, una renovación por eso en la colocación del ramillete en el altar se quema incienso a la vez que se reparte comida en algunas ocasiones y se toca música autóctona.

Los maestros ramilleteros han aprendido de generación en generación que con esta obra rinde tributo al más grande de los maestros Don Antonio Escobar Paredes fallecido en el 2014 / Foto: Isaí López | El Heraldo de Chiapas

Insiste Albores que el culto a las vírgenes de Copoya, la imagen de Nuestra Señora del Candelaria, del Rosario y Santa Teresa congrega a la mayordomía pero aclara que la elaboración de ramilletes no es exclusiva de la participación de los hombres también las mujeres, los jóvenes y se trata de mantener viva la tradición, la enseñanza.

La pieza el ramillete al final se compone de 54 piezas lo que los maestros le llaman cigarrillos que hacen la rueda, el producto acabado muestra la figura de una estrella como un cáliz el cual se representa el santísimo sacramento, aves como paloma, águila, el pájaro carpintero o el colibrí; la ofrenda se realiza en diferentes épocas del año también se elabora para pedir buenas cosechas y la lluvia, destaca Don Miguel Angel Albores.