El uso recreativo de Viagra y Cialis, aunque efectivo para tratar la disfunción eréctil, conlleva riesgos significativos, advierten los especialistas. Motivaciones como contrarrestar los efectos del alcohol u otras drogas, mejorar la duración de una erección o aumentar la confianza al reducir la ansiedad, llevan a su consumo fuera de indicaciones médicas.
5 riesgos asociados con el uso recreativo de estos medicamentos
Interacciones peligrosas con otras drogas: La combinación de inhibidores de la PDE5 con medicamentos que también reducen la presión arterial puede ser potencialmente mortal.
Efectos secundarios molestos: Entre ellos se encuentran dolores de cabeza, acidez estomacal, rubor facial, dolores musculares, congestión nasal y cambios en la visión. Aunque poco común, el priapismo, una erección dolorosa y prolongada, puede ser grave.
Dependencia psicológica: El uso frecuente para aumentar la confianza puede generar dependencia psicológica y problemas a largo plazo.
Dosificación desconocida y contaminantes: Comprar estos medicamentos sin prescripción médica puede exponer a dosis desconocidas y productos contaminados, como ha ocurrido con suplementos vendidos como productos herbales en tiendas y en línea.
Asociación con comportamientos de alto riesgo: El consumo combinado con alcohol o drogas puede llevar a comportamientos sexuales riesgosos y aumentar la probabilidad de contraer infecciones de transmisión sexual.
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¿Qué es el Viagra?
El sildenafilo (compuesto UK-92,480), vendido bajo la marca Viagra, Revatio y otros, es un fármaco utilizado para tratar la hipertensión arterial pulmonar (HPP). Originalmente fue desarrollado por científicos británicos y luego llevado al mercado por la compañía farmacéutica Pfizer. Actúa mediante la inhibición de la fosfodiesterasa tipo 5 específica de GMP cíclico (PDE5), una enzima que promueve la degradación del GMPc, que regula el flujo de sangre en el pene. Desde su disponibilidad en el año 1998, el sildenafilo ha sido el principal tratamiento para la disfunción eréctil; sus principales competidores en el mercado son el vardenafilo (Levitra) y el tadalafil (Cialis).
Ante estos riesgos, los especialistas recomiendan utilizar Viagra y Cialis únicamente bajo prescripción médica y para el propósito indicado. Además, instan a evitar su consumo recreativo y a buscar ayuda profesional en caso de problemas de disfunción eréctil o ansiedad relacionada con la actividad sexual.
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