En Tuxtla Gutiérrez, capital de Chiapas, albañiles se suman a la celebración del Día de la Santa Cruz, en la parte más alta de la construcción muchos han colocado una cruz de madera, esta simboliza que este hogar en construcción es bendito por Cristo Jesús que murió en la cruz del calvario.
En muchas construcciones en la capital del estado los trabajadores de la industria celebran trabajando, gozan el ser parte del bienestar de muchas familias, aunque la mayoría no tiene aguinaldo, ni un gran sueldo, ni prestaciones, ni vacaciones, dicen estar satisfechos porque otros disfruten de su trabajo.
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La industria de la construcción en Chiapas representa una gran cantidad y calidad de mano de obra, aunque un gran sector trabaja en la informalidad, es decir, sin prestaciones establecidas en la Ley Federal del Trabajo, su relación es solamente con el patrón, no pertenecen a un sindicato, no tienen el derecho a la huelga, eso sí, realizan grandes construcciones que los primeros sorprendidos son los mismos albañiles.
A diferencia de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción que está integrado por grandes empresas que realizan grandes obras, los albañiles que trabajan por su propia cuenta, con una relación solamente con un patrón para la construcción, rehabilitación o mejoramiento de una vivienda, dicen que son grandes seres humanos, se esfuerzan mucho para el bienestar de otro.
En pequeñas obras se ven solamente una pareja, máximo dos, entre un albañil y un peón, o un albañil y dos peones, así existen varias en la capital, en diversas colonias, lo mismo que contratan la madera para la cimbra, ellos mismos las van colocando tabla por tabla, hasta tener listo para el colado de la loza.
También durante en colocado de la madera para el colada, van colocando las mangueras y las cajas para la instalación eléctrica, también realizan tareas de fontanería, de impermeabilizado de techo, los albañiles son todo, en su día, en el Día de la Santa Cruz, en el Día del Albañil muchos no descansan, a muchos les pagan el día sin trabajar y otros que descansan no cobran, hay quienes trabajan y cobran doble, según la conciencia del patrón.
Una vez que está toda la madera colocada, se dedican aparentemente con una gran paciencia, aparentemente con una gran calma, pero con la gran seguridad de que están haciendo un buen trabajo en la colocación de las varillas, el amarre de las mismas, antes de tirar la pasta, el cemento revuelto con arena y grava, se dan el tiempo de supervisar que todos los amarres hayan quedado muy bien, posterior al colado, siguen observando que no haya cuarteaduras para evitar filtraciones en el techo por lluvia, los albañiles cuidan todo, su mayor esfuerzo es para que el otro viva feliz en su nueva casa.
