El Centro Diocesano de los Derechos Humanos "Fray Ignacio Barnoya AC" de la Arquidiócesis de Tuxtla Gutiérrez ve con profundo dolor y preocupación los alcances de violencia, suscitados en diferentes municipios de nuestro querido Chiapas.
Es preocupante lo ocurrido la tarde-noche del domingo siete de enero del presente año en pleno parque central de la cabecera municipal de Pueblo Nuevo Solistahuacán, frente a la Parroquia de San Dionisio Mártir, donde aconteció múltiples disparos con arma de fuego lamentablemente siendo lesionado una persona y de manera incidental resultó con un rozón de bala en el brazo izquierdo de nuestro hermano Fray Fernando Alvarado Flores.
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El lesionado se encontraba en inmediaciones del templo franciscano donde habita, afortunadamente en su caso no pasó a mayores, no obstante deploramos estos hechos ocurridos que provocan un ambiente de zozobra, miedo, paralización a la sociedad, y el riesgo de personas y familias que transitan por estas calles, quienes pueden ser alcanzados por los disparos.
En un comunicado, menciona que esta escalada de violencia no sólo prevalece en este municipio, sino que también en otros municipios de la región norte Zoque del estado, según testimonios de los habitantes. Pues sabemos que nos corresponde a todos contribuir a sanar las heridas del tejido social en que vivimos, por lo que llamamos a mantenernos atentos y a buscar formas de organización y acción pacífica para frenar esta situación de violencia.
Exhortamos, dice el texto, urgentemente a las autoridades de los tres niveles de órdenes de gobierno que cumplan su obligación de mantener la tranquilidad y la paz social con apego al respeto a los derechos humanos.