Al iniciar el año 2024, la clase trabajadora en México recibe dos significativos beneficios que marcan un cambio positivo en las percepciones económicas. Uno de ellos es el incremento del 20 por ciento al salario mínimo, elevando el monto diario de 207.44 pesos a 248.93 pesos en la mayor parte del país. En la Zona Libre de la Frontera Norte, este ajuste alcanza los 374.89 pesos, desde los 312.41 pesos anteriores. Estos cambios tienen un impacto directo en las pensiones otorgadas por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
El aumento en el salario mínimo ha generado un efecto inmediato en las pensiones de jubilados afiliados al IMSS. Anteriormente, la cantidad mínima de pensión se situaba en 6 mil 233 pesos mensuales, y con este ajuste, ha ascendido a 7 mil 508 pesos al mes. Este aumento de mil 275 pesos representa un beneficio considerable para los pensionados y jubilados.
La Ley del Seguro Social del año 1973, en su artículo 75, establece que las pensiones por incapacidad permanente no pueden ser inferiores al salario mínimo y deben ajustarse cada vez que este se modifique, aumentándose en el mismo porcentaje que el salario mínimo general. Es decir, cualquier variación en el salario mínimo se reflejará directamente en las pensiones otorgadas por el IMSS.
Desde 2018, México ha sido identificado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) como uno de los países con mayores incrementos en el salario mínimo. Este aumento ha beneficiado significativamente a la clase trabajadora, teniendo un impacto positivo en las pensiones y jubilaciones.
Es importante destacar que este aumento se aplica exclusivamente a jubilados, y no de manera generalizada para todos. Sin embargo, se espera que a lo largo del año 2024, se contemplen incrementos adicionales en otras pensiones otorgadas por el IMSS, beneficiando aún más a los trabajadores. Estos cambios favorables entran en vigor a partir del 1 de enero del presente año.
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