En estado de Chiapas ocupa el segundo lugar nacional en la estadística de menores de edad que trabajan, esto de acuerdo al último reporte del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI).
En el último reporte del INEGI se reportaron alrededor de 3.3 millones de niñas y niños involucrados en alguna forma de trabajo, en todo el país lo que representa el 11.5% de la población de entre 5 y 7 años. Chiapas, a nivel nacional, ocupa el segundo lugar en estadísticas de trabajo infantil. Por entidad federativa, Oaxaca ocupa el primer lugar en trabajo infantil con el 21.5%, a este le sigue Chiapas con 18.3%, Baja California 5.3% y Ciudad de México (CDMX) con 5.4% de niños trabajando.
Según la Encuesta Nacional de Trabajo Infantil (ENTI) realizada en conjunto con la Organización Internacional del Trabajo y la Secretaría del Trabajo y Previsión Social en México, un 40.3 por ciento de los niños encuestados indicó que trabajan porque “El Hogar necesita de su trabajo”. 24 por ciento por otros motivos, mientras que un 10.7 por ciento indicó que el hogar necesita de su aportación económica en forma directa y en último lugar un 7.2 por viento indicó que lo hace para cubrir sus gastos educativos.
Pese a que se han hecho reformas para proteger los derechos de los niños, entre ellos el derecho a tener una infancia, el derecho a la educación y no tener que trabajar, debido a los niveles de pobreza en que se encuentra un grueso de la población en el estado de Chiapas, principalmente en las zonas rurales e indígenas, hay un número considerable de menores que trabajan; de hecho, para las niñas resulta importante trabajar porque “el hogar necesita de su trabajo”; un 28 por ciento de las niñas tiene, por tanto, menores probabilidades de que su familia asuma sus gastos relacionados con su educación.
De acuerdo al reporte de la ENTI, un 23 por ciento de los menores de edad realizan trabajos relacionados con “ocupaciones peligrosas”, según lo definido a partir de la legislación en la materia en México; se trata de niñas, niños y adolescentes ocupados en sectores de actividad y ocupaciones peligrosas, actividades en exposición a riesgos, lugares de trabajo no apropiados, actividades que afectan su salud, jornadas no apropiadas y horarios prolongados.
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La ENTI también recaba información sobre los ocupados por debajo de la edad mínima que, de acuerdo con la legislación nacional, es inferior a los 15 años. En la medición del trabajo infantil se incluyen los servicios domésticos no remunerados de carácter peligroso. Del 100 por ciento de los encuestados que realizan labores consideras peligrosas, el 71.2% son niños; mientras que el 28.8% son niñas.
Según el reporte, los esfuerzos que realizan las instancias relacionadas con la protección de los derechos de los infantes no son suficientes para erradicar el trabajo infantil, así como la explotación laboral de los menores; Lo anterior, debido a la falta de verdadera políticas sociales y de acceso a una educación y forma de vida adecuada y de calidad.
Se menciona que un factor importante, causa de la necesidad de que los menores trabajen, es el nivel de pobreza en que viven sus familias, cuyos padres se dedican a actividades poco remuneradas, lo que no les permite el acceso a una vida digna.
Por último, el INEGI reporta que otra de las problemáticas a las que se enfrentan los niños es la carencia de oportunidades educativas, en sentido de que 280 mil 899 niñas y niños no asisten a la escuela.
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