La diputada federal de Chiapas por el Partido de la Revolución Democrática (PRD), Olga Luz Espinosa Morales, considera que el presidente de la república debe garantizar que se encuentra en condiciones de salud mental para gobernar al país, “seguramente que al actual no se le podría exigir esta condición, pero a los que siguen seguramente que sí, no es poca cosa encargarles el destino del país”.
Espinosa Morales es legisladora por el principio de representación proporcional en la tercera circunscripción federal, fue diputada local en la pasada legislatura del Congreso de Chiapas, la LXVII, ahora ha presentado iniciativa para reformar la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en los artículos 84, 86 y 87; y adicionar una fracción VIII al artículo 82.
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De acuerdo con la diputada federal de Tuxtla Gutiérrez, debe el presidente de México y todos su gabinete garantizar que se encuentran en óptimas condiciones de salud mental para gobernar al país, es necesario que las mexicanas y mexicanos tengamos la certeza de que el titular del Poder Ejecutivo esté en plenas facultades mentales para administrar los presupuestos públicos.
Según la legisladora federal, para muchos puede no ser importante la salud mental del presidente y de sus colaboradores, para muchos seguramente que sí, y aún cuando a otros pudiera no importar o interesar, es de suma relevancia que quien gobierne a México demuestre que está en condiciones de salud mental para conducir los destinos de la nación.
Este es un tema de seguridad nacional, la salud mental del presidente debe ser prioritaria por la enorme responsabilidad del encargo y la cuantía de recursos que dependen de sus decisiones, la actual administración que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador, ha tenido bajo su responsabilidad la administración de 25.3 billones de pesos acumulados de los ejercicios 2019, 2020, 2021 y 2022, del Presupuesto de Egresos de la Federación.
Hizo un llamado a todos los grupos parlamentarios de la Cámara de Diputados a dar la mayor atención a la propuesta para incluir en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos la exigencia de que el presidente en funciones esté sano mentalmente y pleno de sus facultades emocionales para gobernar al país.
