El asesor de la Pastoral Social de la Arquidiócesis de Tuxtla Gutiérrez, padre Gilberto Hernández García, lamentó que Chiapas se esté convirtiendo en un estado sin ley donde el estado de derecho es fallido, esto luego los recientes hechos violentos en la zona de la Sierra y Selva, donde en tres ocasiones pobladores y elementos del Ejército Mexicano se enfrentaron.
“Se ha convertido, yo puedo decir como en un polvorín como hace tiempo lo decía el Ejército Zapatista, es decir, una situación pendida de pendiente de un hilo, que es muy frágil y que puede derivar en enfrentamientos grandes que puede ser algo fuerte, lamentables consecuencias que pueda padecer la comunidad”, puntualizó.
Agregó que la entidad está siendo invadida de una manera muy radical con todo este tema de la droga y esto genera mucha violencia e inestabilidad, económica y política, por lo que la iglesia teme que en las próximas elecciones muchos de los candidatos puedan ser cooptados, de tal manera que puedan tener el espacio abierto para seguir generando violencia.
El jerarca católico aseguró que el tema de la violencia en Chiapas está en la mira de la iglesia desde hace varios años, ya que hace diez años aproximadamente los Obispos de México plasmaron a través de una carta pastoral el diagnóstico sobre la descomposición del tejido social y la emergencia de los grupos delincuenciales, así como las consecuencias que la población sufre.
“Aquí en el estado de Chiapas no habíamos tenido hace algunos años este brote de violencia tan grande que ahora estamos padeciendo, pero sí teníamos acciones de acompañamiento a víctimas, los centros de escucha, los talleres comunitarios para la resiliencia, entre otros”,
Dijo que actualmente tiene una preocupación por la forma en que la violencia ha avanzado en el estado sureño del país, pues anteriormente los problemas sociales se basaban principalmente en conflictos por tierra y religiosos, los cuales eran posibles mediar y llegar a acuerdos.
“Ahora tenemos esos agentes externos que son los grupos delincuenciales, para nadie es un secreto que el estado está siendo disputado por estos grandes cárteles de la droga en el país, quieren tener más control de los territorios y obviamente como han expandido también su giro, que no solamente es el tema de la droga sino también sabemos la extorsión y el reclutamiento de algunas personas para engrosar sus filas”, expuso.
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