En casas particulares la comunidad del ejido Copoya de Tuxtla Gutiérrez, descendiente de los zoques, en conjunto con el colectivo Tomate y la colaboración de Comex, plasmaron 29 murales que guían y dan acceso al monumento del Glorioso Cristo de Chiapas, convirtiendo el sitio en un lugar emblemático y turístico de la capital.
El proyecto fue elaborado por el colectivo, quien lo presentó a los habitantes de Copoya y les garantizó que sería gratis y sus que casas se verían más bonitas dando cuenta con la colección de murales de una parte de su historia con sus calles ahora empedradas, con bancas en las banquetas y con alumbrado público.
El colectivo nacional Tomate, busca fortalecer capacidades autogestivas en comunidades que a través de la confianza colectiva contribuyen a transformar su entorno y la calidad de vida de la población; por lo que en 12 años de existencia, ha estado presente en 38 comunidades en 23 estados del país con 61 proyectos desarrollando murales que cambian la imagen de una población.
Es un espacio de interacción entre las personas a través de la creación colectiva de murales que se generó luego de pláticas entre el colectivo Tomate y habitantes del ejido Copoya, se trata de generar un atractivo y una identidad del pueblo con sus calles empedradas, algunas de sus casas son antiguas, de adobe.
Los murales comienzan en la 1ª calle oriente entre 1ª y 2ª Norte de la localidad de Copoya, la primera casa que da cuenta de este trabajo colectivo es la número 239 y tiene de fondo la Cruz del Glorioso Cristo de Chiapas, que se aprecia arriba del techo de la vivienda.
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En la esquina que lo conforma la 1ª oriente y 2ª norte una casa deshabitada construida de adobe que ocupó el matrimonio de don Ricardo García Robles y doña Sofía Santa María García, llegados a Copoya de la Ciudad de México, es de adobe, una de las antiguas del poblado, muestra en sus paredes un búho en medio de ranas y hojas verdes, especie que admiraba y gustaba a doña Sofía.
En la 2ª norte entre 1ª oriente y Calle Central se muestra la imagen de una mujer del lugar “Copoya en el ramillete”. El ramillete es una flor costurada que se elabora en las festividades de las imágenes de ese pueblo, es costurada a base del tallo de la planta de Palenque, hoja del árbol de mango, flor de mayo y otras flores.
También se muestra la imagen del Parachico, que porta la montera, en sus manos la máscara de madera, el chal de colores, en chinchín o la sonaja en la mano, un danzante que surgió en Chiapa de Corzo, pero está también presente en las fiestas y tradiciones de Copoya, poblado ubicado en el cerro Mactumactzá.
Muchas casas construidas de adobe, antiguas, sus dueños estuvieron de acuerdo en la elaboración de los murales, en la esquina de la 2ª norte y calle Central existe una placa que da cuenta del trabajo realizado por el colectivo Tomate con el auspicio de la casa de pinturas.
"Ciudad Mural Tuxtla se creó con historias y recuerdos impregnados de la aroma del café, el colorido de las plumas del quetzal y el misticismo de sus selvas y bosques. Se realizó con el amor de las personas que forman parte de Copoya, en Tuxtla Gutiérrez Chiapas, dónde la luna brilla. A la comunidad, agradecemos su generosidad, su cariño y sus palabras. Gracias por creer, por crear y por confiar entre ustedes. Agradecemos a las y los artistas que escucharon con el corazón abierto y a las manos de chiapanecos, que se unieron a crear colectivamente".
La 2ª Norte es una de las calles de acceso al monumento del Glorioso Cristo de Chiapas, sus murales se encuentran en viviendas que muestran un rostro atractivo, que recuerdan la historia del pueblo asentado en el cerro, algunos murales se han averiado por la reparación de algunas casas, las calles son empedradas y en las banquetas existen bancas para que los paseantes aprecien el atractivo del sitio.
En la 2ª norte y 1ª poniente se ubica un cuadro de nominado "Tinta Moreno, tradiciones, que da cuenta de la familia con la que convivió el artista y que caracteriza por la participación de la esposa en la danza del carnaval, desde una edad muy temprana, misma en la que se ofrendan azúcar, cacao y frijoles.
El acceso al Glorioso Cristo de Chiapas es por las calles de Copoya, el monumento se ubica en el cerro Mactumactzá, en Tuxtla Gutiérrez, es una obra artística monumental que se inició en 1997 y que ha transcurrido muchos años en preparación y construcción, su ubicación, su altura de 64 metros que tiene un peso de 118 toneladas y es visible desde cualquier parte de la ciudad capital de Chiapas por su iluminación es perceptible de noche.
Este espacio es un punto de encuentro de católicos y no católicos, es un escenario de paz y de bendiciones, es un oasis de bendiciones, no solo es un momento de paseo, sino de experimentar la presencia y la cercanía de Dios en la vida de todos, un encuentro que descansa y fortalecer el retorno a casa, su llegada necesariamente es pasar por los murales de Copoya.
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