En una conversación con el Padre Pedro Aviña, se rememoró un acontecimiento trascendental para la comunidad católica mexicana: la llegada del Papa Francisco a México, un día como hoy, hace exactamente 7 años. El viaje apostólico del Sumo Pontífice se llevó a cabo entre el 12 y el 17 de febrero de 2016, marcando la primera visita de Francisco a este país.
Durante seis días memorables, el Papa sostuvo diversos eventos públicos en cinco entidades de la República Mexicana: la Ciudad de México, el Estado de México, Chiapas, Michoacán y Chihuahua. A lo largo de su estadía, el líder espiritual de la Iglesia Católica se reunió con distintos sectores de la sociedad mexicana, abarcando desde políticos y gobernantes hasta niños, jóvenes, indígenas, trabajadores, sacerdotes, religiosas, obispos, adultos mayores, enfermos, presos, migrantes y habitantes de las fronteras sur y norte de México.
Esta visita no solo fue un encuentro religioso sino también una oportunidad para abordar diversas problemáticas sociales y compartir mensajes de esperanza y unidad. El Papa Francisco, conocido por su carisma y cercanía con la gente, dejó una huella imborrable en los corazones de los fieles mexicanos.
El Padre Pedro Aviña, al recordar este evento significativo, destacó la importancia de la visita papal en fortalecer la fe y la unidad en la comunidad católica mexicana. Afirmó que las enseñanzas y el ejemplo de Francisco continúan inspirando a las personas en su camino espiritual.
Así, hoy, al conmemorar este aniversario, la comunidad católica recuerda con gratitud y emoción la séptima visita de un Papa a México, un momento que quedó grabado en la memoria colectiva como un capítulo trascendental en la historia religiosa del país.
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