Una comisión de al menos 20 diputados federales “cayó” en Tapachula, para constatar de primera mano, la situación que están viviendo los migrantes que siguen con la ilusión de conseguir un permiso para cruzar México y llegar hasta los Estados Unidos.
Por supuesto que, como siempre sucede en estos menesteres, el Instituto Nacional de Migración (INM) preparó el terreno para recibir a los legisladores federales de diferentes fracciones parlamentarias, quienes apenas vieron un poquito de este fenómeno que lleva sexenios completos.
El más contundente fue Porfirio Muñoz Ledo, a quien sus canas y sus años, le permiten decir lo que se le venga en gana. Él ya fue. No tiene que demostrar nada ni quedar bien con nadie.
Por la forma en que el gobierno mexicano atiende el tema migratorio dijo que hay hipocresía…
QUEDANDO BIEN CON EL TÍO SAM
Desde semanas atrás, el experredista y ahora morenista, ha criticado la forma en que el gobierno de la 4T está atendiendo el fenómeno migratorio, haciéndole la chamba a los Estados Unidos.
Llegó al grado de pedir la renuncia del titular del INM, quien está bailando con la más fea, pues a la migración no la detendrá ni la Guardia Nacional ni los empleos temporales mediante programas como Sembrando Vida, que se ofrecen en el Sur de México.
“Es que el gobierno mexicano está haciendo un favor a los Estados Unidos, siempre se les ha hecho, pero bajita la mano.
Yo sostengo que es una hipocresía que están haciendo las autoridades mexicanas, fundamentalmente la Migración.
Hay una hipocresía que vamos a tratar de descubrir ahora”, expresó el viejo Muñoz Ledo, quien tuvo que sacar el sombrerito para protegerse del inclemente calor del Soconusco…
A BARRER LAS ESCALERAS
A pesar de que puso mucha salsa a sus tacos, al decir que vinieron hasta la Frontera Sur para “barrer las escaleras de arriba hacia abajo”, la diputada Julieta Vences, de Morena, dio al clavo respecto de la corrupción que existe en torno al tema migratorio.
La Presidenta de la Comisión de Migración en la Cámara Baja dijo que este gobierno, como lo han tenido otros, tiene el reto de desmantelar toda la corrupción que existe dentro y fuera del INM.
Claro que no se entiende, sin corrupción, cómo es que siguen cruzando cientos o quizá miles de migrantes al mes por territorio chiapaneco y luego mexicano.
Los golpes que han dado organismos como la Fiscalía General del Estado, quien apenas el 29 de enero “rescató” a más de 290 migrantes en los alrededores de Tuxtla Gutiérrez y detuvo a un traficante de humanos, seguramente se quedan cortos ante el negocio de los migrantes.
Por años, los agentes migratorios, pero también otras autoridades, han favorecido el tráfico de indocumentados y, aunque se intente limpiar la casa, el trabajo que existe por delante es todavía mucho.
La reportera de Telefórmula, Maru Rojas, quien cubrió la visita de los legisladores federales y alcaldes de la región, estimó, seguramente basada en datos recogidos en su recorrido, que unos 60 mil hondureños se encuentran estacionados en el municipio de Tapachula.
Los inmigrantes, quienes se han “adueñado” de departamentos y casas en la Perla del Soconusco siguen con la esperanza de ablandar el corazón de la 4T; sin embargo, ignoran que el gobierno mexicano está entre la espada y la pared. Tiene que respetar los derechos humanos de los migrantes, pero al mismo tiempo debe quedar bien con el gobierno de Donald Trump. ¿O qué queremos otro apretón vía Twitter? Hipocresía…
SUDANDO FRÍO
El que se desvivía tratando de agradar a los diputados federales y la comitiva de representantes de Unicef, Acnur, Comar, entre otros, es el presidente municipal de Tapachula, Óscar Gurría Penagos.
El médico de profesión sabe que la situación de su municipio ya trascendió y una mala “recomendación” de parte de los visitantes en las esferas nacionales, podría derivar en otro jalón de orejas y hasta su eventual caída. Hipocresía…
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