Las personas que acuden a misa en la Parroquia de Sant'Ana Gravatá en Brasil ahora les es muy común ver a los perritos cerca del altar o en diferentes puntos de la parroquia durante la misa.
El sacerdote brasileño Joao Paulo Araujo saca a los perros abandonados que deambulan en las calles, los alimenta y los baña; semana tras semana el sacerdote los ofrece a los que presencian la misa para que alguno de ellos pueda adoptarlos y brindarles un hogar o espacio en el cual ellos se sientan protegidos ante las lluvias y en compañía de sus amos.
Esta acción que realiza es con el fin de encontrarles un hogar, decenas de canes callejeros disfrutan de una familia que los cuida y quiere gracias al religioso puesto que esta acción ha tenido una reacción positiva para los perritos de la calle.
El padre Joao Paulo es uno de los personajes más conocidos de la región de Pernambuco, en el este de Brasil; es el párroco de la iglesia de Santana Gravatá y su historia se ha hecho viral por la buena acción que semana tras semana realiza durante su homilía.
También es importante mencionar esta iniciativa ha tenido buenos resultados entre sus fieles que acuden a su parroquia, ya que el número de perros abandonados que deambulan por su barrio ha disminuido considerablemente en los últimos meses.
Los perros que no logran obtener un hogar los cuida el propio sacerdote y les da alojamiento en la casa parroquial.
Su fama es tanta que ha sido llevada con éxito a las redes sociales y cuenta con miles de seguidores en las redes que siguen sus acciones de amor al mejor amigo del hombre.
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El sacerdote Joao Araujo comenta que "Lo más importante es que la ciudadanía está tomando conciencia con lo que está pasando. Las dos fases que llevamos a cabo es la permanencia de los animales en la iglesia, que lo complementamos con un comedor que funciona 7 días a la semana. Además, se le da atención a los perros que llegan heridos".
¿Qué irrita a los perros?
Los perros odian los gritos y los ruidos fuertes. El secador del pelo, la aspiradora, los petardos, estas mascotas tienen un sentido del oído muy desarrollado, por lo que su percepción de las vibraciones es mucho más sensible que la de los humanos; es por ello que cuando se cae algo en casa el primero en asustarse es el perro.