La productividad e ingreso por cada habitante del país se redujo de manera significativa en lo que va del gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO).
Cuando el mandatario llegó a la silla presidencial al cierre de 2018, el Producto Interno Bruto (PIB) per cápita, que mide el bienestar y desarrollo de cada país, era de 198 mil 687 pesos, pero durante el segundo trimestre de este año se ubicó en 194 mil 631 pesos promedio, es decir, tuvo una reducción de 2.04 por ciento, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
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El dato representa la variación más baja del PIB per cápita desde el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa, cuando cayó 2.69 por ciento. Este indicador con Enrique Peña Nieto (EPN) registró un crecimiento de 2.04 por ciento, según cálculos realizados con base en los datos del Inegi. Con Vicente Fox Quesada el aumento fue de 2.96 por ciento y con Ernesto Zedillo Ponce de León subió 8.08 por ciento.
Expertos consultados aseguran que las principales causas del pobre desempeño del PIB per cápita en esta administración fue por la desaceleración económica, la pandemia del Covid-19, la falta de políticas que incentiven la inversión y las acciones por parte del gobierno que provocaron una mayor incertidumbre y dañaron la confianza de los empresarios.
Leticia Armenta, economista del Tecnológico de Monterrey, comentó que gran parte de estos resultados es la desaceleración de la economía incluso antes de la entrada de AMLO, pero se agravó con su llegada, además la pandemia mermó el comportamiento del PIB per cápita.
“La falta de políticas contracíclicas provocó que la economía nacional presentará una caída estrepitosa. Además, las políticas de esta administración no han sido favorables para el clima de los negocios y como consecuencia el pobre desempeño en la riqueza por persona”.
Ricardo Aguilar Abe, economista en jefe del Grupo Financiero Invex, aseguró que la falta de un plan con estímulos económicos antes, durante y después de la pandemia llevó a una lenta recuperación económica y por lo tanto, el ingreso por persona no mejoró.
“En México no hubo estímulos económicos suficientes por la pandemia y la recuperación fue más paulatina en comparación con otros países, por lo que el PIB per cápita ha evolucionado lento”, aseguró.
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Hacia adelante, el comportamiento del PIB per cápita dependerá del impulso que le pueda dar el nearshoring, además de otras medidas que puedan favorecer a la economía, la tasa de crecimiento demográfico estable y el aumento de los estímulos o proyectos de la inversión, aseguró.
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