En un acontecimiento que ha suscitado controversia en la capital chiapaneca, el Parque Bicentenario de Tuxtla Gutiérrez se encuentra actualmente en proceso de demolición. Esta acción ha generado confusión entre los habitantes locales, quienes demandan transparencia y claridad por parte de las autoridades responsables.
A pesar de la visibilidad de la demolición, la información sobre el proyecto de remodelación y las obras a realizarse sigue siendo escasa. Tanto la Secretaría de Obras Públicas del ayuntamiento de la capital como su contraparte estatal han evitado proporcionar detalles sobre el plan, incluyendo su alcance, costos estimados y plazos de entrega. Esta falta de transparencia ha dejado a la ciudadanía en la oscuridad respecto a los motivos y objetivos de la demolición.
Durante un recorrido realizado por el área del parque, se constató la presencia de un reducido número de trabajadores, principalmente operadores de maquinaria pesada. A pesar de los intentos por obtener información, el acceso al sitio fue restringido, lo que dificultó la obtención de detalles sobre el proceso en curso.
Entre las estructuras afectadas por la demolición se encuentra el restaurante Las Pampas, conocido por su especialidad en carnes asadas. Máquinas demolieron tanto el edificio como el techo del negocio, así como otras áreas del parque, incluyendo zonas de jardinería, juegos infantiles y casetas de venta de golosinas. La demolición también incluye la emblemática fuente en cascada que adornaba el parque.
El ayuntamiento de la capital de Chiapas ha atribuido la responsabilidad de la remodelación del Parque Bicentenario a la Secretaría de Obras Públicas. Esta plaza, inaugurada durante el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa y Juan José Sabines Guerrero, está ubicada en la colonia La Lomita, en el poniente de Tuxtla Gutiérrez.
La falta de claridad y comunicación por parte de las autoridades ha generado incertidumbre y preocupación entre los habitantes de Tuxtla Gutiérrez, quienes demandan una explicación detallada sobre el destino de este espacio público y la inversión de los recursos públicos asociados.
En este contexto de opacidad y controversia, los ciudadanos continúan en espera de información oficial que aclare el futuro del Parque Bicentenario y las razones detrás de su demolición.
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